lunes, 26 de abril de 2010

Con Mayores Expectativas Parte Temporada De Topinambur

Confiados en seguir avanzando hacia el posicionamiento y la consolidación del topinambur, los productores locales comenzaron recientemente la cosecha de este bulbo originario de América.

El innovador cultivo está siendo desarrollado desde el año 2008 por una decena de pequeños agricultores de Los Ángeles, quienes en primer lugar esperan obtener una producción superior a las dos temporadas anteriores.

“De acuerdo a las muestras que hemos sacado hasta ahora, el tubérculo tiene un mayor desarrollo y se ve mejorado en el aspecto de rendimiento, además que ha empezado a madurar antes de lo que nosotros esperábamos”, señaló el presidente de la agrupación, Víctor Vega, consignando que la temporada se extiende normalmente de abril a septiembre.

Dedicado al cultivo del topinambur desde hace 13 años, el máximo representante de los agricultores precisó que actualmente la superficie sembrada a nivel local alcanza las 10 hectáreas, sumando las de todos los socios, cuyos frutos se destinan en una primera etapa al consumo del producto fresco.

“Por ahora, estamos luchando para penetrar los mercados, empezando por nuestra zona, de manera que la gente conozca esta especie, la ubique y sepa cómo consumirla”, explicó Vega.

“De alguna forma, queremos ser profetas en nuestra propia tierra”, puntualizó, “para que primeramente la gente de aquí conozca el producto y sus propiedades como alimento sano y natural, sobre todo para los diabéticos y celíacos”. Según el agricultor y dirigente, este proceso no ha estado exento de dificultades para los asociados, porque han debido enfrentar serios problemas de distribución y comercialización, pero a la vez han contado con el apoyo fundamental de la Unidad de Desarrollo Económico del municipio de Los Ángeles y con el aporte inicial de Innova Bío Bío.

DESAFÍOS MAYORES

Junto con lograr sus objetivos inmediatos, los productores angelinos apuntan a darle un valor agregado al topinambur en el corto plazo, específicamente a través de un proyecto tendiente a implementar una planta elaboradora de harina de este bulbo.
“Por intermedio de Corfo, pretendemos tener el capital suficiente, contemplado en el proyecto que ya está en su poder y al cual debemos hacerle ahora algunas pequeñas modificaciones”, comentó Vega, acotando que los fondos se utilizarían principalmente para adquirir las máquinas necesarias.

Con la futura procesadora, agregó, podrían no sólo abastecer el mercado nacional con un producto más elaborado sino también responder a la creciente demanda internacional, “pero mientras no tengamos esa maquinaria vamos a estar con un gusto entre dulce y amargo”.

Aunque la iniciativa se orienta específicamente a la fabricación de harina, no se descarta que también se pueda producir el tubérculo deshidratado y, más adelante, otros derivados como fideos, galletas, dulces y pasteles.

En definitiva, resaltó, están apostando al aprovechamiento de esta especie para la alimentación humana, opción que se ajusta a la realidad de los pequeños campesinos del país.

Para ello, esperan disponer cuanto antes de la inversión requerida, idealmente a partir de este año.

Además, los productores de Los Ángeles enfrentan otro gran desafío: contar con un sistema de riego acorde a las exigencias del rubro, lo que implicaría construir pozos de extracción de agua.

Y a esto se suma al menos una tarea adicional, a juicio de Víctor Vega: “Hay que mejorar los rendimientos, para lo cual se necesita apoyo agronómico del Estado, puede ser vía Indap, para conseguir la fertilización orgánica, aspecto clave para el cultivo de este bulbo junto con el mejoramiento del sistema de riego”.

Mientras tanto, su propósito común es consolidarse dentro de la zona centro-sur, donde ya se han ganado un espacio mediante la venta de semilla, especialmente entre Valparaíso y Chiloé.

“La idea que tenemos con la Unidad de Desarrollo Económico de la municipalidad de Los Ángeles es que éste sea ‘el’ cultivo de Los Ángeles, el que identifique a la ciudad y la promueva dentro de Chile y en el extranjero”, indicó.

Sano producto alimenticio

A juicio de Víctor Vega y de acuerdo a su experiencia y sus conocimientos, este tubérculo posee múltiples propiedades que lo convierten en un producto sumamente apto para la alimentación sana de las personas. “Puede ser consumido por enfermos diabéticos o celíacos, sirve para reducir el colesterol, puede ser usado para bajar de peso, es orgánico, es posible servírselo crudo o mediante mil preparaciones: conservas, escabeche, harina, deshidratato, fideos, etc.”, destaca el representante de la sociedad y agricultor del sector El Peral.

Al mismo tiempo, es sabido que el topinambur (helianthus tuberosus) corresponde a una especie de antiguo uso alimenticio -por ejemplo, en Brasil- que no contiene gluten y es rica en azúcares naturales, principalmente inulina.

En cuanto a sus propiedades específicas, es un producto energizante, apto para personas convalescientes, ancianos y niños; sus niveles de inulina son adecuados para la alimentación de personas que sufren de diabetes puesto que el organismo utiliza su carbohidrato principal; su contenido calórico es casi nulo por lo que se utiliza como complemento en régimenes hipocalóricos.

Puede ser utilizado cuando no se tiene una buena digestión o se sufre de estreñimiento, es útil en la desinfección del tracto intestinal, controla el azúcar en la sangre y reduce el colesterol.

A su vez, el topinambur puede ser incluido en todas las recetas que requieran papas, con idénticas modalidades de preparación.

Junto con servir para la alimentación humana, su tallo y sus hojas son aprovechadas como forraje, y despierta cada vez un mayor interés en el mundo por sus potencialidades para la producción de etanol (combustible) y otros elementos aplicables a la industria.

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