Una niña de cabellos rizados descubrió esta flor silvestre creciendo en los arenales del río, justo junto a mi banco de arena donde vivíamos mi oboe y yo; me habló con voz suave y quebradiza y me dijo: "mira, aquí crecerá una ciudad, La Ciudad del Viento". Mientras yo la contemplaba y veía como la flor pequeña se multiplicaba por miles.
Hoy eso es una ciudad de flores, viento, música y agua que lava mi rostro. En el banco de arena que ella descubrió la primera flor he dejado anclado mi barco. Poco a poco fuí bajando a los arenales mis pertenencias de años y ocupando el espacio llano con cosas inútiles y así , sin darme cuenta, fuí quitando espacio a mi oboe hasta casi dejarlo en el extremo más lejano del arenal, las flores se confundían con mis pertenencias inútiles y cada vez dedicaba menos tiempo a escuchar la voz de la niña de cabellos rizados, que me hablaba de que cada día nacían miles de flores más. Confundido y desorientado por mi tormenta y esos miles de flores, olvidé que era mi oboe quien cada mañana cantaba a esta ciudad de flores que nacían. Entonces fuí en su búsqueda hasta el extremo del arenal.
Me desplomé al ver que al subir las aguas y el viento de la tormenta lo habían arrastrado nuevamente y, en mi pena de abandono a mi tesoro, me sumergí en las aguas del río y nadé buscándolo.
Llevo años viviendo en los bancos de arena, los he conocido todos pero no he vuelto a ver mi oboe.
Viviré en este río hasta encontrarlo nuevamente, volveré a limpiar sus llaves y lo abrazaré firmemente otra vez, sin olvidar que sin su aroma dulce y su amor soplando a mi oído todas las flores y el río se secarán y esta ciudad ya nunca volverá a vivir. Tal vez sea devorado por la serpiente que acecha en los remansos del río o tal vez, si los años no me alcanzan, me adentraré en el mar, dejaré atrás mi ciudad, mi bicicleta, mi barco y mis rodillas peladas de niño. Entonces, veré mi cuerpo suspendido y caerá una lágrima de mis ojos, que junto a otros millones irá a bañar la playa elevada de mi niñez.
Por Udo H. Schweitzer M.
Puede leer más en su blog: http://udoschweitzer.blogspot.com/
3 comments:
Es recomendable leerlo escuchando el nocturno n°2 de Chopin interpretado por Claudio Arrau
que bello!
Es muy lindo,poético el escritor transporta a lo que quiere entregar.. me encantó
Lorena
Publicar un comentario