domingo, 26 de junio de 2011

Tolerancia

Tolerancia es la palabra de moda. Todos hablan de ella, en la tele, en la radio, en Internet. Incluso hay un programa que se llama “Tolerancia cero”, que a mi juicio debería cambiar de nombre, ya que son bastante condescendientes con ciertos invitados.

Ha estado muy de moda hablar sobre el matrimonio gay. Durante los 20 años de la concertación, no recuerdo haber escuchado al respecto.

En este gobierno, quien se puso la soga al cuello solito fue el Presidente. Nadie lo obligó a poner una pareja de homosexuales en la publicidad televisiva de su campaña de gobierno. Ahora, ellos se sienten con todo el derecho de reclamar lo que se les prometió: igualdad. Recuerdo a Piñera hablar del matrimonio homosexual, luego lo suavizó con “unión civil” y ahora dejó en claro que el matrimonio es y seguirá siendo entre un hombre y una mujer.

Cuando vi al chiquillo en el comercial, pensé: “iluso”. Lamentablemente, no me equivoqué.

Ser tolerante es súper difícil. Yo lo intento, pero hay cosas que simplemente no puedo tolerar.

- No tolero a los agresores de animales.
- No tolero a los padres que abandonan a sus hijos.
- No tolero a los pendejos de mierda que hacen bullying.
- No tolero a los cabros chicos que le faltan el respeto a los padres o toman decisiones en la casa y gritonean o le pegan a la mamá.
- No tolero a los padres de los cabros de arriba, porque es culpa de ellos que los hijos sean así. De nadie más.
- No tolero a los pendejos ladrones choros que saben que pueden robar descaradamente y matar a alguien, porque están seguros que legalmente no serán castigados.
- No tolero a los malos hijos que dejan solos a sus padres ancianos o enfermos.
- No tolero a los arrendatarios frescos de raja que no pagan porque saben que el trámite para echarlos es largo, caro y engorroso.
- No tolero al Líder, París, Falabella porque son iguales de ladrones que La Polar, la única diferencia es que no hacen repactaciones automáticas.
- No tolero a la gente que alega sin tener conocimiento de todo lo que alega.

Y así, hay una larga lista de cosas que me cargan y no toleraría por nada del mundo. Mucha gente puede estar de acuerdo conmigo y sentir que son cosas que uno NO DEBE tolerar. Es lógico, ¿cómo voy a tolerar a un agresor o un ladrón?

Cuál es el punto: que hay gente que no tolera otras cosas y se vale de mis intolerancias para decirme que soy intolerante. Me explico; no tolero a la gente que no acepta la realidad homosexual de miles de personas. Se lo hago saber y su respuesta más original es que yo soy intolerante por no aceptar su libertad de no compartir mi apreciación.

¿En qué le afecta a usted que un homosexual viva, respire, trabaje, ame, se case, adopte? ¿Cree usted, hombre o mujer que me lee, que si se descuida, un homosexual le puede agarrar el paquete o una pechuga? ¿Cree usted que todos los homosexuales son cochinos calientes que esperan ansiosos que usted se agache a recoger el jabón? Por favor, ¡en qué mundo vive!

¿Tanto te preocupa que los homosexuales adopten niños? ¿Y cuántos niños abandonados en hogares del SENAME has adoptado? ¿Ahora te importa? No me hagas reír. ¿Crees que si los homosexuales no pueden adoptar, ese niño estará más protegido? En mis años de trabajo en el sector público, vi con horror las más espantosas agresiones de padres a hijos… eso no tiene nada que ver con su sexualidad.

Si los homosexuales se quieren casar, ¿qué te importa? ¿Vas a poner plata para el matrimonio acaso? ¿Te molesta la ceremonia? ¿qué cosa?

Sinceramente, el tema es agotador. Hacerle entender a alguien que el del lado es un ser humano como él, cuesta. A mi, por ejemplo, me cuesta comprender que El Tila haya sido un ser humano como yo, pero él era un criminal. Un homosexual tiene una forma distinta de tener sexo, aman, sufren y todo lo demás igual que los heterosexuales.. Y si tira por deporte, hueá de ella o él, ¿o acaso usted no lo ha hecho?

Compararlo con la pedofilia o la zoofilia, me parece de una estupidez inconmensurable, qué quiere que le diga.

Lo que me da pena, me angustia, es que un puñado de gente se siente a debatir sobre si se les frunce o no igualar derechos de homosexuales y heterosexuales. Es como decidir si blancos y negros, ricos y pobres, hombres y mujeres tenemos los mismos derechos ante la ley. ¿Tanto cuesta? ¿Tanto tiempo toma?

Yo no te pido que seas amigo de un homosexual si no quieres. Estás en todo tu derecho. Lo que no logro entender, es en qué te afecta lo que él haga con su vida.

Vive y deja vivir.

Escrito por
María José Fernández

Puedes leer más notas en su blog: El Blog de Kotesita