viernes, 13 de febrero de 2009

El Alerce Chileno

Milenarios en peligro

Sólo se les puede encontrar en el Sur de Chile y en un sector de Argentina. Y están ahí desde los tiempos en que Jesús recorría los caminos de Judea. Por eso, por su belleza, porque son un "libro abierto" donde leer los cambios climáticos de los últimos milenios, porque quedan pocos, es que está prohibido talarlos y venderlos.

De las 260.000 hectáreas de alerce existentes, sólo 42 mil forman parte del Sistema de Áreas Protegidas del Estado. Las formas de "engañar" a los organismos del Estado para cortarlo y venderlo son muchas y el precio es muy atractivo.

Siempre está verde. Es el segundo ser más longevo del planeta. Su tronco crece apenas un centímetro cada 15 años. Sólo existe en el sur de Chile y en un sector de Argentina. Está prohibido cortarlo. Y, a pesar de todas las restricciones, no faltan los "vivos" que realizan talas ilegales, para venderlo a atractivos precios. Porque - alguien hizo la comparación- tener un mueble de alerce es como tener una mesa hecha con piedras de las pirámides egipcias.

Como árbol gigante que es, llega a medir hasta 50 metros de altura (un edificio de 20 pisos). Posee una corteza castaño-rojiza muy esponjosa, la que antiguamente se ocupaba para la construcción de los barcos.

Además de lo bonita, su madera es muy cotizada porque sirve para hacer tejuelas las que, sometidas a un proceso de brea o alquitrán, pueden tener una duración de cien años. De hecho, las casas del Sur de Chile, generalmente están revestidas en sus muros - y no sólo en el techo - de tejuelas de alerce.

Los bosques de alerce se desarrollan en lugares pantanosos y ácidos y suelen estar acompañados de otras especies. Entre ellas se encuentran el mañío macho, el mañío hembra y el ciprés de las guaytecas.

Es una especie de larga vida. Puede llegar a los 3.000 a 4.000 y en las zonas donde se encuentran representan verdaderos monumentos nacionales. Lo malo es que este maravilloso árbol se demora siglos en llegar a las alturas que alcanza en el sur de Chile, y si se sigue con las talas ilegales, corre serio peligro de desaparecer.

Y es que, a pesar de que la especie está protegida por Decreto Supremo desde 1976, las talas ilegales, sumadas a los incendios forestales intencionales, amenazan la superviviencia: hoy quedan sólo unas 260 mil hectáreas de bosques de alerce, es decir, menos de la mitad de las que existían originalmente.

Esto es lo peor: de ellas, sólo un 17 % (42 mil hectáreas) se encuentran protegidas en el Sistema de Áreas Protegidas del Estado.

Reconstuyendo el clima del pasado

Gracias al alerce, el científico chileno Antonio Lara fue capaz de reconstruir cómo ha sido el clima durante los últimos 3.620 años en esta parte del continente. Esto, pese a que no existen estaciones metereológicas que tengan más de un siglo de antigüedad.

Lo que sucede es que debido a su longevidad, el alerce es considerado vital para compreder procesos como el cambio climático global.

Ha sido tan importante esta investigación, que el trabajo del científico fue publicado en la revista Science. Y es que el alerce es como un libro abierto, y - según el experto - "la historia ambiental de este planeta está escrita en sus anillos. Es como un rompecabezas que se construye a partir de árboles vivos y muertos" (La Tercera)

Lo que sucede es que cada año los árboles forman una nueva capa de madera bajo la corteza (los anillos), las que permiten saber si en el pasado hizo frío, calor, lluvia o sequía. Por eso, su desaparición -además de muchos otros efectos- privaría a la humanidad de una información única para establecer cómo el clima del mundo ha cambiado.

Fuente:
www.publivaras.cl
Grupo Facebook No a la Tala del Alerce