domingo, 17 de mayo de 2009

Fondart Regionales: Como gotera… arreglados pero funcionan

Los FONDART están arreglados” parte mito, parte realidad. Frase que se escucha resonante y fuerte en las tertulias del mundo de la cultura. Del mito no podemos responder ya que esa es responsabilidad de quienes detentan el poder administrativo de todo el proceso y que han dejado al alero del silencio, que esta idea crezca en manos del sentido común. De la realidad podemos hablar en base a la experiencia y antecedentes objetivos que permiten dilucidar las diferentes formas con las cuales se puede manejar un proceso de tanta relevancia como lo pueden ser los fondos concursables.

Sin embargo, por más que uno busque o converse con los actores del mundo de la cultura que tienen una palabra que contar al respecto, nada de ello es público. Primer antecedente, si no estuvieran arreglados ¿por qué nadie ha dicho palabra alguna respecto a lo injusto o arbitrario de la distribución de los recursos destinados a cultura? Quizá los antecedentes para decirlo no son lo suficientemente válidos. Por mi parte, la frase exacta la he escuchado pero nadie con nombre y apellido ha estampado su firma en algún artículo refiriéndose al tema. La autocensura para evitar la negativa en alguna presentación es una desagradable institución en la “cultura local”. ¿Quién quiere quemar su nombre cuando en el mundo del arte y la cultura es lo más valioso para la presentación y validación ante sus pares?

Comprendo que alguien tiene que encargarse de la cultura, el derecho natural de haber designado con título de ministerio al Consejo, comprendo que aquellos que HACEN CULTURA lo hacen no sólo por amor al arte y que son necesarias las herramientas que da el estado para fomentar el desarrollo de la cultura. El problema se presenta cuando las herramientas que se establecen para el desarrollo de la cultura caen en los mismos vicios políticos de cualquier institución del estado. Y en ese contexto, en el consejo regional de cultura siguen siendo funcionarios públicos, desde el director hasta las secretarias y todos ingresan por concurso público o por designación política. Por ende son funcionarios públicos y funcionan y responden como tales. Quedando claro eso prosigo con lo entretenido.

Los antecedentes de hecho

En Los Ángeles se realizaron dos charlas, durante el año 2008, destinadas a la preparación y evaluación de proyectos destinados a la cultura, posiblemente esta actividad fue replicada en Chillán. La señorita muy simpática, muy buena moza, muy conocedora de su exitosa experiencia postulando a los Fondart. ¿Los resultados? Nadie está evaluando o haciendo un seguimiento de las personas que asistieron a estas charlas donde su objetivo principal era la de preparar a los postulantes a postular y postular bien. ¿Quién ganó con eso? El Consejo Regional que podrá decir que “se han hecho cosas en provincias”, la consultora que puede agregar a su currículo esta actividad, la empresa de buses podrá agregar dos asientos ocupados más a sus estadísticas anuales.

Estas charlas se concentraron más en la idea del proyecto, en la motivación para desarrollar un proyecto, en la coherencia de su presentación. Pero lo que interesaba a las personas, que poca o ninguna experiencia disponen con los fondos concursables, era el de tener una sesión de trabajo constante en el tiempo, siguiendo algún protocolo de crecimiento del documento final y por último llegar a buen término con su idea inicial. Pero para el Consejo Regional esto cuesta tiempo y dinero que debe programarse para todo un año de trabajo y que genere resultados en la postulación de los proyectos. ¿por qué no se ha hecho? Mi experiencia en esas charlas consiste en una sola pregunta que le efectué a la señorita. ¿Existe alguna pauta para decir que un proyecto es caro o cuanto deben ser los honorarios de las personas que la ejecutan? Porque a mi me rechazaron un Fondart debido a que era demasiado caro y los honorarios no eran ajustados a la labor a realizar. La respuesta fue bien simple… “no, parece que no hay, pero lo voy a averiguar”. Bueno, sigo en la ignorancia de saber si existe una pauta de valores. ¿Alguien puede considerar caro 2.500 pesos la hora de un profesional? O ¿es que al no tener vínculo con los evaluadores debo bajarme en el valor hora hasta que esté raspando la olla?

Cómo no va a haber profesionales en provincias que en conocimientos de la realidad local, de las necesidades de operación y de los mecanismos de trabajo necesarios pueda realizar la misma pega.

El día martes 28 de abril me llegó el comunicado para publicar referente a un llamado de presentación de antecedentes para postular a cargos regionales. Interesante, puesto que en ese llamado estaba el cargo de “Profesional apoyo en Fondos Concursables” JUSTO JUSTO JUSTO el cargo que de llegar a postular alguien de provincia pudiese ser de gran ayuda para el problema presentado. Lo chistoso era que había que presentarlo dos días después. Quien iba a postular de esa forma si no los mismos de siempre. Espero por el bien de la honestidad al trabajo mal hecho que no hayan postulado l@s mism@s.

Los Evaluadores.

Está claro que existe un proceso de evaluación que siguen pautas según aspectos técnicos, de calidad y de prioridad “cultural”. Pero nadie proveniente de provincias esgrime con orgullo haber sido evaluador de los Fondart, sin embargo en la Provincia de Concepción es casi una forma de darse estatus ante la comunidad artística.

En diciembre de 2008 se realizó un seminario destinado a dar a conocer las diferentes Fuentes de Financiamiento destinados para cultura. Un monólogo de la señora Moira Délano (ex Directora Regional del consejo) destinado exclusivamente al tratamiento de la Ley de Donaciones Culturales, un instrumento que sólo es útil para grandes instituciones ya establecidas, y yo las cuento con la mano derecha, que alguien me dé un antecedente de lo contrario. Sin embargo el Consejo Regional de Cultura insiste en dar charlas de la susodicha ley a quienes no tienen la capacidad operativa de llevarla a cabo. Y esa fue toda la fuente de financiamiento para proyectos culturales, “acudan a la empresa” literalmente. En el mismo seminario se dijo que, en la experiencia de ella, le ha tocado ser varias veces evaluadora de Fondart, que los evaluadores siempre se van rotando y que están publicando en internet y que todo se hace por internet. Me cansé de los dichos y me puse a buscar… Sigo buscando.

Es simpático saber que nadie sabe quienes son los evaluadores y que estos son buscados llamando a última hora preguntando quien puede llenar el cupo. Más entretenido es saber el oscurantismo de un protocolo que no existe sobre la convocatoria para ser evaluador, y más entretenido sería saber cómo es que se designan la cantidad de evaluadores por provincia. Se supone que se solicitan evaluadores de provincia para defender los proyectos presentados por provincia. ¿Alguien me puede decir con quién tengo que hablar para que defienda mi proyecto? Cuales son los criterios para designar los evaluadores, cuales son los antecedentes que necesita un evaluador, hay un límite de edad o ¿van a volver a llamar a un viejito de 70 años de la provincia de Arauco que lastimosamente tenía que asistir a reuniones donde por su edad no tenia energía para defender los proyectos de Arauco?. Tengo chistes más fome pero con ese basta.

Otro monólogo fue en Los Ángeles en el encuentro de Encargados Municipales de Cultura, donde se hizo un extenso repaso de la realidad cultural y capacidades de gestión disponibles por parte de los municipios. Nuevamente se hace alarde de la amplia experiencia en los Fondart y la capacidad de evaluación de las condiciones de desarrollo cultural en base a información que le tocó analizar del año 2008. El hecho es muy simple, en mi condición de presidir el Consejo Provincial de Cultura de la Provincia de Bio Bío llevo solicitando desde el 19 de enero la información estadística de los Fondart para poder realizar una evaluación de la condición de apoyo de esta herramienta al desarrollo local. Las reflautas, tuve que volver a insistir el 13 de marzo, y a la semana siguiente tuve que hacerle una zancadilla al Director Regional Luis Aguirre para que me atienda y me dé cauce a lo solicitado, a pesar que tienen lindo pendón sobre los derechos y deberes del funcionario público y como es el protocolo para atender consultas. Debo declarar que esto me está resultando terapéutico y ya no espero respuesta alguna, prefiero el silencio a que me digan que hubo retraso porque la persona encargada salió de vacaciones (¿por 40 días?).

Información inútil que no tiene que ver con lo solicitado en la primera carta o simplemente escuálida respecto a la cantidad de datos que efectivamente manejan en el consejo Regional. La pregunta es ¿por qué una persona que ya no tiene vinculación con la institución dispone de esa información y yo que la estoy solicitando por los canales normales recibo solo un resumen? Si es por algún vínculo personal de amistad, con este artículo queda claro que no recibiré jamás esa información.

En ese mismo seminario se mostró una seguidilla de figuras indicando como se distribuyen los fondos del FONDART dando a entender que en provincias no nos gusta postular a los dineros. Cuando me atreví a plantear la duda sobre si este seminario se iba a realizar en provincias escuche detrás un ademán de pifias por poner en duda siquiera la igualdad de oportunidades de esta información. Por suerte soy bastante feo, desagradable y desconocido como para que alguien me diga algo. Bueno, este seminario nunca se realizó en provincias y si llegase a efectuar por favor que se dirija a Contadores o estudiantes de Auditoria que son quienes efectivamente pueden ser la palanca que ayude a esta Ley a ser ÚTIL.

Centralismo

En este verano se inauguró en la Gobernación de la Provincia de Concepción en asociación con el Consejo Regional de la Cultura y las Artes una sala abierta para la exposición de obras de artistas locales. Si el Consejo Regional se va a llamar Consejo Regional y va a llevar una política Regional de Cultura que haga las gestiones para trabajar con las cuatro gobernaciones y no sólo con aquella que le queda a la mano. Lo contrario es sólo producir un efecto comunicacional donde más auditores y televidentes pueden encontrar. Un exitismo propio de quien tiene que llenar currículum.


Luis Fraczinet
Comentarista Deportivo