Más allá de toda premisa, la cultura tiene que ver principalmente con el ambiente que nos rodea y con lo que nos es conocido.
En la percepción de este hecho y al hacerlo parte de nuestro conocimiento es que nos tornamos en individuos cultos y podemos disfrutar de ello.
Otras personas dicen que la cultura es un elemento civilizador, pero aquí habría que preguntarse qué entendemos por civilización.
En la región del Bio Bío estamos inmersos todavía en un terreno de frontera. Decimos frontera no tan sólo por lo físico, sino en todos los sentidos. Muchos hemos tenido la suerte de compartir ambientes y realidades principalmente ligadas a la civilización cristiana occidental y pensamos que esto sería suficiente. Sin embargo, es preciso conocer y reconocer el contacto proveniente de otras culturas como las razas aborígenes de nuestra tierra, los inmigrantes del cercano oriente, las inmigraciones alemana, italiana y española que se han integrado a nuestra sociedad y en sus diferencias nos han demostrado, más aún, cuan posible es esta amalgama de razas que puede ostentar nuestra región y cuan rico sería nuestro conocimiento o si queremos llamarlo civilización si todas ellas se manifestaran o conocieran.
Durante la actividad del estos últimos años de la Corporación de Monumentos Históricos Nacionales de Los Ángeles, en sus tertulias mensuales, se ha dado a conocer la participación de las colonias españolas, árabes, italianas y alemanas en nuestra ciudad. Asimismo, se nos dieron a conocer las vivencias de los jóvenes pehuenches en la cordillera y su compromiso con su educación para contribuir al desarrollo de su pueblo. A grandes rasgos, seguramente en toda la región la influencia de estos pueblos trasunta y tiende a permear todo nuestro pueblo. Y estamos sólo en la frontera de este conocimiento que esperamos se haga cada día mayor y más extenso.
En la medida que conozcamos nuestras diversas costumbres que incluyen festividades locales y religiosas, que cobran cierta connotación ligadas a lo local, festividades ligadas al agro que tan fuerte es en nuestra región, dignificación de nuestros distintos hitos turísticos y amor por nuestras aguas, tanto los ríos que son caudalosos y abundantes en nuestra zona, como su borde costero, pleno de accidentes que le otorgan belleza y garantizan riqueza, lograremos llegar a ser cultos en cierta medida.
Del conocimiento podemos llegar a disfrutar de nosotros mismos, de lo que hacemos y del espacio que nos rodea. De ese goce que nos otorga la autoestima que viene del conocimiento del lugar que habitamos somos capaces de aspirar a formar una civilización propia, que se haga carne en la conjunción con los pueblos que nos anteceden en la localidad y los que llegaron a ella buscando una mejor vida y de esta forma disfrutar del acervo cultural que nos es propio.
Invitamos entonces a los habitantes de nuestra región y a los que nos visitan a conocer y conservar a través de Nuestro Bío Bío, la tradición de la Cruz de Mayo, la bendición de los trigos de San Francisco, San Sebastián de Yumbel, la nueva feria de Las Canteras y las ferias veraniegas de los alrededores, que tanto destacan la labor de nuestra gente y sus costumbres para hacerlas propias y a enriquecernos por ello en cultura con lo que tenemos a nuestro alcance. El trabajo de nuestros artesanos, la cerámica de Nacimiento, los tejidos de Alto Bío Bío, la escultura de greda de Antuco, la talla en madera tan cercana a nuestro medio; los gallitos de Cobquecura, la escultura en cochayuyo, la joyería araucana, etc.
Tenemos la suerte en la ciudad de Los Ángeles de contar con un fuerte desarrollo del folklore, marcado por el Encuentro Nacional del Folclore celebrado todos los años en octubre. En esta ciudad también destacamos una gran cantidad de artistas visuales profesionales que laboran en nuestro medio y no han emigrado a los grandes mercados, a pesar que participan en galerías y eventos a lo largo del país. Contamos también con Perfiles y Siluetas, un grupo emblemático de artistas de teatro y circo que ejercen durante la primera quincena de enero una enorme influencia positiva en nuestra juventud deseosa de conocimientos en un taller sin igual en el país. Los Ángeles también cuenta con cuerpos de baile como son el Ballet Municipal y el Ballet Folclórico de Los Ángeles, que pueden girar por la provincia promoviendo su quehacer y logrando la aprobación de todos los sectores como ha sido recientemente en Tomé y Santa Bárbara. Nuestros lugares turísticos en la cordillera están comenzando a ser explotados por los lugareños y pueden todavía proporcionarnos mayores satisfacciones.
El hombre moderno de nuestra región fronteriza tiene el deber y el derecho a acceder a lo propio para su disfrute. Este acercamiento es necesario y lo hará feliz al mismo tiempo que culto dentro de su propia civilización.
Marcela Rosen Carvajal
Consejera
Consejo Regional de la Cultura y las Artes
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