jueves, 12 de marzo de 2009

Llegó la tecnología… ¿y el contenido?

El año pasado se entregaron en algunos colegios de la región algo más de 100 pizarras digitales y ayer una gran e interesante inversión se concretó en la entrega de notebooks a los mejores estudiantes de cada colegio, en condiciones socioeconómicas deficientes.

Es un hecho que la inversión realizada y la que aún queda pendiente por efectuarse para satisfacer las necesidades, que siguen siendo muchas, tomará al menos unos 10 años más en lograr darse por completada, y cada año, con las nuevas tecnologías, la inversión quedará obsoleta o dará la sensación de que se necesita algo mejor siempre.

Para los tecnócratas y gerontócratas del estado estas inversiones no podrán medirse en base a resultados concretos, en educación el tema siempre ha sido difícil, pero queda claro que no esperan que aumente los resultados Simce de cada colegio. No sería concebible que los niños premiados con dichos notebooks puedan ejercer alguna influencia concreta sobre aquellos que no tienen un rendimiento adecuado. No se puede esperar que una pizarra electrónica por colegio sea tan eficiente que logre estimular la mente de alumnos de 8 ó 12 ó más cursos por jornada.
Aunque los más contentos con estas inversiones son las autoridades que logran hacer tangible los valores y resultados de la educación en general. Los más satisfechos son los docentes que de a poco logran obtener herramientas para su trabajo.

Pero siguen siendo instrumentos, herramientas, medios para ejercer, transmitir y desarrollar el conocimiento. Un vaso sin agua es, por definición, inútil.

Ese desafío, de darle el contenido a las herramientas, es responsabilidad de toda la red educativa del país, y que parte necesariamente por los DAEM, gestores de la educación municipal, que por una suerte de extrañeza en el aparato municipal, son las unidades municipales más eficientes tanto en resultados administrativos como económicos. Me retumba el mensaje de “súbete a la educación, a la educación municipal…”

Por otra parte el ministerio mantiene publicado un conjunto de posibles herramientas dentro del concepto de Alfabetización Digital y el mundo de la educación sabe que existen una cantidad, casi saturante, de herramientas e instrumentos para hacer su labor.

Una última nota. El portal Nuestro Bio Bío surgió gracias a que disponíamos de la herramienta del notebook para hacer cosas, pero sin el contenido, sin el valor de la palabra, sin la razón de una existencia, hubiéramos sido otro sitio web tratando de pillar alguna que otra visita diaria.

Luis Fraczinet
Nuestro Bio Bío