A raíz de la muerte de Jaime Mendoza Collio, de un tiro por la espalda, a manos de un carabinero el pasado 12 de agosto la Fundación CEPAS, el Centro de Educación y Promoción de Acción Solidaria, hace público su absoluto repudio e indignación, por este hecho criminal y cobarde.
Como nuestros Principios Rectores lo afirman, no podemos permanecer ajenos al dolor de nuestros hermanos mapuches, luego de tan infame acontecimiento.
No estamos ni estaremos, de lado de quienes ostentan con mano violenta sus espacios de poder.
Creemos y luchamos por una Patria planetaria. La solidaridad, el respeto mutuo, los procesos democráticos auténticos y justos, la libertad de expresión y el derecho a compartir, en la infinita diversidad del Ser Humano, una tierra que nos es común y pertenece por naturaleza, guían y alumbran nuestra particular opción de vida, nuestro trabajo diario.
En virtud de ello, no podemos guardar silencio frente a la brutalidad de unos pocos, los menos de siempre, que pretenden ignorar, la construcción de un país más justo y menos disperso.
Esperamos y exigimos, que los estamentos garantes de la justicia, verdaderamente conscientes de su rol en la sociedad en que vivimos, ante este asesinato, tomen las decisiones necesarias, para garantizarnos a todos quienes habitamos esta misma tierra, nuestro legítimo estado de derecho.
Sabemos que ni los actos de justicia, ni la sinceridad de estas palabras, podrán devolverle la vida a Jaime Mendoza Collio.
Sin embargo, en el justo y concreto sentido de la palabra justicia, unimos nuestra voz a las voces del pueblo mapuche, históricamente reprimido y postergado, sobre todo ahora que el dolor de la pérdida se instala como una bala en sus corazones.
Quien apaga una vida, destruye la mano que le da cuerda a un universo.
Con la más honesta de las tristezas. Y en la complicidad del sueño y la utopía, vuela este abrazo fraterno para quienes la muerte, les arrebató un hermano, un hijo de esta tierra.
Fundación CEPAS
Lota, agosto del 2009.
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