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martes, 26 de enero de 2010

Encuentro Nacional de Folclore en Lota

Jorge Venegas Troncoso, Alcalde de Lota, tiene el agrado de invitar a usted al "Encuentro Nacional de Folclore", junto a un seleccionado grupo de proyección de las estampas de norte a sur de nuestro país y la invitación especial de representantes de Argentina.

Esta Actividad se realizará los días 30 y 31 de enero a las 20:30 horas en el Teatro Municipal de Lota.

Esperando contar con su presencia, que dará realce a este evento cultural

Lota, enero de 2010.

jueves, 5 de febrero de 2009

Antuco - Complejo Hidroeléctrico Laja


Corazón hidroeléctrico del país

La comuna de Antuco ostenta la condición de corazón hidroeléctrico del país con una potencia instalada de 839 MW, equivalentes al 15% de la demanda de electricidad que requiere el país, en el complejo energético existente en el área contigua al lago Laja, aprovechando la gran acumulación de agua de este embalse natural.

Su existencia es obra de la Empresa Nacional de Electricidad (Endesa) que, desde fines de la década del ’50 hasta principio de los años ‘80, se dio a la tarea de levantar este enorme sistema hidráulico con tres centrales en serie. La compañía, en ese entones estatal, ahora se encuentra en manos de Endesa España.

A este complejo se sumó, hace algunos años, sumó la central Rucúe que es propiedad de la empresa eléctrica Colbún, cuya propiedad está divida entre el Estado y capitales privados. La zona de la bocatoma se encuentra sobre territorio antucano, mientras que la sala de máquinas está en la vecina comuna de Quilleco.

Estas características hace que Antuco sea una localidad única en el mundo.

Antuco - Central El Toro


Es la más grande del conjunto. Con 400 MW de potencia instalada, tiene la posibilidad de usar apenas 97,3 metros cúbicos de agua por segundo. Sin embargo, su impresionante caída de 545 metros (la mayor del país), le permite tener este alto nivel de producción energética que le permite situarse como una de las más importantes del país.

Situada a unos 80 kilómetros al oriente de la capital de Bio Bío, utiliza las aguas del lago Laja y los recursos del río Polcura que son desviados a dicho lago mediante la captación llamada Alto Polcura.

Esta planta hidráulica es la única de regulación interanual, con aducción en túnel, es decir, más allá de la acumulación de aguas lluvias durante el invierno, es significativa su capacidad de almacenar nieve en su entorno, lo que permite contar con recursos en las épocas de septiembre a noviembre.

Antuco - Central Abanico


Ubicada unos 85 kilómetros al oriente de Los Ángeles, la central Abanico – de pasada - es la más antigua de la serie hidráulica que se construyó en la zona de Antuco.

Puesta en marcha en 1948, emplea las aguas del lago Laja mediante el túnel de vaciado del río Laja y de los esteros Los Cipreses y Trubunleo.

Tiene una potencia instalada de 136 Megawatts (MW)

Antuco - Central Antuco


Con una potencia instalada de 300 MW, es la más nueva de la serie. Fue puesta en servicios en 1981. Está ubicada a unos 80 kilómetros de Los Ángeles y emplea los recursos de los ríos Polcura, Laja y Pichipolcura y de los esteros Malacura, Cipreses y El Toro y las aguas provientes de las descargas de las centrales Abanico y El Toro.

lunes, 2 de febrero de 2009

Alto Bio Bío - Central Pangue: el antecedente


La central Pangue fue inaugurada en los primeros días de marzo de 1997. También de un tamaño importante (470 MW instalados) fue la primera que aprovechó las aguas del curso superior del río Bio Bío en una planta compacta que implicó la inundación de sólo 500 hás.

Pero muchos antes de su inauguración, había levantado polvareda, principalmente en las organizaciones ecologistas, como el Grupo de Acción por el Bio Bío (GABB), debido a sus efectos en el entorno natural.

Un informe posterior elaborado por el antropólogo Theodore Downing, a petición del Banco Mundial (que financió la construcción de la planta), puso en entredicho la forma en que la compañía había trabajado el tema de las compensaciones desde el punto de vista ambiental y social.

Pero fue en Ralco, cuando se sumó decididamente el componente indígena al afectarse cerca de 690 hectáreas de tierras pehuenches (la obra afecta un total de 3 mil hás) que estaban protegidas por la Ley Indígena, que el asunto tomó un cariz de conflicto que se siguió en los diarios y se vio en canales de televisión.

Decidida a construirse en mayo de 1994 cuando la compañía aún estaba en manos de capitales chilenos, Ralco debió enfrentar una larga lista de inesperadas contingencias que finalmente atrasaron su puesta en marcha por unos dos años.

Ahora, con su puesta en marcha y sin puntos de conflictos por resolver, se presume que la planta seguirá el habitual camino del silencio que han tenido el resto de las generadoras situadas a lo largo del país.

Alto Bio Bío - Nicolasa Quintreman


“Ni muerta me sacarán de mis tierras” vociferaba Nicolasa Quintremán a quien quisiera escucharla en Chile y el mundo.

Pero quien fuera el “rostro” de la resistencia pehuenche a la construcción de la central Ralco, finalmente terminó cediendo a fines del 2002 a los millonarios ofrecimientos económicos y de tierras de la compañía (200 millones de pesos, 70 hectáreas de tierras, entre otros). Meses más tarde, y con la mediación del Gobierno, las otras tres familias que rehusaban entregar sus tierras finalmente depusieron su actitud y aceptaron las ofertas.

Pero fue este cerrado grupo de mujeres, que dieron forma a la organización Mapu Domuche Newén (Mujeres con Fuerza de la Tierra), el que durante años mantuvo en vilo un millonario proyecto energético, en un hecho único en la historia de los grandes proyectos energéticos.

Apelando a todas las herramientas a su alcance y con el apoyo de abogados y legisladores ambientalistas, fueron capaces de paralizar en dos ocasiones las faenas (de agosto 1997 a enero 1998 y en septiembre 1998 – enero 1999) y conseguir que su voz se escuchara allende las fronteras del país. También lideraron los varios cortes de caminos y los intentos por detener las grandes maquinarias que iban a la zona de las obras, por lo que incluso fueron requeridas por la justicia.

Cientos de colaboradores de lo más diversos puntos del país y del extranjero, especialmente Europa, para formar un verdadero contingente que prestaba todo tipo de apoyos.

Pero ayer, al menos de parte de la empresa, esta oposición a la central fue sutilmente soslayada durante la ceremonia de inauguración de la planta. El impresionante despliegue de seguridad (tres equipos del Grupo de Operaciones Especiales, Gope, fuerzas antimotines, equipos de emergencia, entre otros detalles) fueron la muestra que algo podía suceder y había que estar preparados. Al cabo, la jornada fue de absoluta tranquilidad.

A la hora de los discursos, sólo el ministro de Economía y Energía, Jorge Rodríguez Grossi, se refirió a los problemas que enfrentó el proyecto Ralco. “(La central) enfrentó muchas dificultades (...) Fue motivo de debates, polémicas y cuestionamientos” dijo en un par de intervenciones aunque sin mencionar el punto específico de la controversia.

En el acto inaugural, sólo estuvo un reducido grupo de indígenas, varios de los cuales son dirigentes que participan en la Fundación Pehuén (entidad financiada por Endesa para la ejecución de planes sociales y productivos en las comunidades afectadas por la central).

De las hermanas Quintremán y del resto de los opositores por supuesto que no hubo comentarios, aunque sus nombres y sus acciones eran ampliamente conocidos por cada uno de los involucrados.

Alto Bio Bío - Central Ralco, Sin nada entre las manos


Después de Ralco, la firma sólo contempla la ampliación de la central térmica San Isidro en la zona central de Chile, cuyo futuro depende de un mayor abastecimiento de gas argentino, y una pequeña central de 40 megavatios, llamada Palmucho.

Endesa Chile planea invertir un total de 700 millones de dólares en cinco años, cuyo foco será el mantenimiento de sus actuales activos.

El único gran proyecto que Endesa Chile guarda en carpeta a la espera de señales políticas y económicas que le den viabilidad es "Neltume", una central hidroeléctrica de embalse, ubicada más al sur.

"No son sólo señales económicas, sino que sean señales claras para invertir de aquí a 20 años más (...) Se siguen incentivando las energías alternativas y no hay incentivos al desarrollo hidroeléctrico", dijo Pablo Yrarrázaval, presidente de Enersis, matriz de Endesa, aludiendo a una reciente normativa de Gobierno que favorece la realización de plantas térmicas y de energía alternativas.

"Si se está pensando en dar incentivos a la energía eólica, ¿por qué no a la hidráulica?", agregó.

Las autoridades de gobierno que asistieron a la ceremonia manifestaron su satisfacción por la nueva central que ayudará a equilibrar la débil matriz energética de Chile, tras los cortes de gas natural argentino de este año, pero no se hizo cargo de los llamados de Endesa.

"No depende del gobierno el que hayan o no más centrales hidroeléctricas (...) No veo que no vayan a haber más proyectos (de ese tipo), porque en Chile existe mucho potencial hidroeléctrico", dijo Jorge Rodríguez, ministro de Economía.

Alto Bio Bío - Central Ralco


La central, que comenzó a ser levantada en 1998, debió encarar la dura oposición de movimientos ambientalistas y principalmente indígenas, debido a que un grupo de familias pehuenches se oponía a ser erradicadas de sus tierras ancestrales debido a que podían ser inundados.

En lo que podría llamarse el fin de una compleja historia de una década, la central hidroeléctrica Ralco, en lo que ahora es la comuna de Alto Bio Bío, el 25 de septiembre de 2004 fue inaugurada en forma oficial por altos personeros de Gobierno encabezados por el ministro de Economía y Energía, Jorge Rodríguez Grossi y altos ejecutivos de Endesa Chile y Endesa España, empresa propietaria del megaproyecto energético.

Se trató de la puesta en marcha oficial del mayor proyecto hidroeléctrico que se la levantado en el país hasta la fecha y que cubrirá el 9% de las necesidades de energía del Sistema Interconectado Central (SIC) que va desde Taltal hasta Chiloé, donde se concentra más del 90% de la población y las plantas industriales.

Su puesta en operaciones, que en rigor se inició a principios de este mes, se produce tras 10 años de intensos conflictos sociales, ambientales e indígenas que redundaron en significativas demoras en la construcción de Ralco.

La planta tuvo una inversión de 570 millones de dólares, con una potencia instalada de 570 MW y se encuentra situada a 30 kilómetros de la localidad de Ralco, capital comunal de la nueva comuna de Alto Bio Bío.

La central, que comenzó a ser levantada en 1998, debió encarar la dura oposición de movimientos ambientalistas y principalmente indígenas, debido a que un grupo de familias pehuenches se oponía a ser erradicadas de sus tierras ancestrales debido a que podían ser inundados (ver detalle en nota aparte).

Las conflictivas y extensas negociaciones con los indígenas retrasaron en más de una oportunidad la construcción del proyecto y sólo pudo concluir con un millonario acuerdo económico, hace justamente un año.

Con la puesta en marcha de Ralco, Endesa cuenta en Chile con 4.355 MW de capacidad instalada, a lo que se agregan 780 megavatios de su coligada GasAtacama, lo que en suma representa cerca del 40% de la potencia o capacidad instalada del país.

Luis Rivera, presidente de Endesa Chile, sostuvo que la puesta en marcha de esta obra “es un suceso histórico que llega en el momento más oportuno”, en referencia a la reciente crisis de provisión de gas natural argentino que amenazó con el fantasma del racionamiento en el país y que obligó a postergar los planes de levantamientos de plantas generadoras a partir de este combustible.

El ministro Jorge Rodríguez afirmó que “Ralco era indispensable” y que su puesta en marcha contribuye a “dar robustez a nuestro sistema energético”.

La eléctrica, con base de operaciones en Chile y filiales en Argentina, Brasil, Colombia y Perú, posee un total de 45 centrales eléctricas, con una capacidad instalada de 12.211 megavatios, de los cuales un 69% proviene de la energía hidráulica y un 31% de plantas térmicas.

Endesa Chile es la filial de generación del grupo energético Enersis, brazo de inversiones en América Latina de Endesa España, empresa que adquirió el control de la compañía en agosto de 1997.

Alto Bio Bío - El Conflicto de las Centrales Hidroeléctricas


Pero en Alto Bio bío ha habido de todo menos tranquilidad. Especialmente en los últimos años. Y no sólo por la oposición a las obras de construcción de las centrales hidroeléctricas que concitó. También lo han sido las históricas reivindicaciones de los pehuenches sobre predios en manos de particulares.

Ambos procesos han desembocado en hechos tan lamentables como atentados incendiarios, requerimientos judiciales e, incluso, con víctimas fatales.

Cuando a principio de los ´90 se comenzó a construir la central Pangue, organizaciones indigenistas y ecologistas se movilizaron para rechazar el proyecto. Pero con la central Ralco, la oposición judicial y de hecho llegó a poner en jaque el proyecto, que ha sufrido sendos retrasos en su puesta en marcha. Ahora en pleno estado de operaciones.

Se cortaron caminos de acceso, se atentó contra camiones de contratistas, hubo enfrentamientos con Carabineros, llegándose a requerimientos por infracción a la Ley Antiterrorista que condenó a un dirigente a cinco años de cárcel. Los años más álgidos fueron en agosto de 1998 y a principios de 2001.

Las demandas territoriales tienen su base en la importancia cultural y económica de la tierra para las empobrecidas familias indígenas, ahora circunscritas a un territorio que no permite su sustentabilidad. La mayoría de ellos vive en comunidades, con títulos de merced que datan de principios del siglo pasado.

Durante estas décadas la población ha tenido un fuerte crecimiento pero la superficie sigue siendo la misma. El conflicto se radica en la cuenca del río Queuco, específicamente en los fundos Queuco y Trapa Trapa y en las veranadas de los mismos, aunque también llega a la reserva nacional Ralco, por el cajón del Bio Bío.

El episodio más triste se vivió el 13 de julio de 2002 cuando un conflicto al interior de la comunidad de Cauñicú por la forma en que se llevaba la “acción de recuperación de tierras” terminó con la muerte de dos pehuenches y dejó heridos a otros 10.

En medio de estas acciones reivindicativas, casi un centenar de familias de colonos o pequeños agricultores, aún espera una solución definitiva después de ser trasladados desde la cordillera a las cercanías de Santa Bárbara.