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miércoles, 6 de enero de 2016
jueves, 26 de enero de 2012
Concepción: Lagunas Urbanas Requieren $250 Millones Para Recuperación
El Diario de Concepción, 25 de enero 2012. A la espera de recursos para llevar adelante el programa definitivo de recuperación de las cinco lagunas urbanas está la municipalidad de Concepción. El alcalde, Patricio Kuhn, estimó que dentro del primer semestre podrían estar los dineros ($250 millones) que permitan recuperar ambientalmente estos cuerpos de agua, trabajo que realizará el Centro de Ciencias Ambientales Eula Chile.
Mientras tanto, se trabaja en la limpieza superficial de las lagunas, trabajo que busca controlar la invasión de plantas acuáticas, que obstruyen visualmente el espejo de agua.
El biólogo de la Unidad de Medio Ambiente de la municipalidad, Álvaro Espinoza, recordó que el tema de fondo pasa por el control de descargas de aguas servidas en las lagunas.
Espinoza explicó que el problema es que descargan en las lagunas ductos de aguas lluvias, a los cuales se conectan, en forma clandestina, personas que descargan aguas servidas y otros contaminantes.
Lo anterior es lo que recarga de nutrientes a los cuerpos de agua y es lo que causa la proliferación de plantas acuáticas.
“Las aguas lluvias que ingresan a las lagunas, sobrepasan hasta 20 veces la norma establecida para coliformes fecales”, señaló Espinoza.
En este sentido, el investigador del Centro Eula, Ricardo Figueroa, advirtió recientemente que se hace necesario un trabajo multisectorial, que logre poner fin a estas emisiones clandestinas y donde tienen injerencia la municipalidad respectiva, la Dirección de Obras Hidráulicas dependiente del MOP y la sanitaria Essbio.
En tanto, la encargada de Medio Ambiente de la municipalidad de Concepción, Ximena Cortés, explicó que actualmente, se trabaja en un proyecto Innova, junto al centro Eula, el MOP y Essbio, que busca, en último término, hacer que el agua de las lagunas sea potable y pueda ser usada en caso de ser necesario, por ejemplo, ante un terremoto, necesidad que quedó al descubierto tras el sismo 8.8 del 27 de febrero de 2010.
martes, 13 de julio de 2010
Vertimiento De Aguas Servidas En El Río Bio Bío Provoca Molestia En Quilaco
El concejal de la comuna de Quilaco, Edgardo Solar, cuestionó la legalidad del procedimiento, y se quejó porque, a su juicio, la empresa no informó sobre la situación. Por el contrario, el jefe zonal de Essbio, René Henning, aseguró que cuentan con todos los permisos respectivos para verter desechos domiciliarios en un estero que desemboca en el río Bio Bío, mientras concluyen los trabajos para habilitar una nueva planta de tratamiento de aguas servidas. La Tribuna de Los Ángeles, 07 de julio 2010.
Versiones dispares y la molestia de las autoridades y representantes de la comunidad, produjo el vertimiento de aguas servidas que comenzó a hacerse efectivo el sábado 3 de julio en un estero que desemboca en el río Bio Bío, en la comuna de Quilaco.
El concejal de esa comuna y presidente de la Comisión de Salud y Medioambiente del Concejo Municipal, Edgardo Solar, cuestionó la legalidad del procedimiento, y se quejó porque, a su juicio, la empresa Essbio no informó sobre la situación al municipio quilaquino y a los vecinos de la zona cercana a la descarga.
No obstante, el jefe zonal de la sanitaria, René Henning, aseguró que cuentan con todos los permisos respectivos para verter los desechos domiciliarios durante un máximo de tres meses. Al mismo tiempo, justificó la acción como medida indispensable mientras concluyen los trabajos que permitirán habilitar una nueva planta de tratamiento de aguas servidas en Quilaco.
QUEJAS DE CONCEJAL Y PRONUNCIAMIENTO DEL EDIL
El vertimiento de aguas servidas al río Bio Bío por parte de la empresa sanitaria “comenzó como un rumor que finalmente se concretó”, afirmó el concejal Edgardo Solar.
Explicó que “en Quilaco existe una planta de tratamiento de aguas servidas, y de acuerdo a la cantidad de habitantes que hay ya no está con la capacidad suficiente para tratar aguas. Entonces, están construyendo una nueva planta en un lugar distinto que está aproximadamente a dos kilómetros de la primera. Ellos ahora están trasladando los equipos de la planta antigua a la moderna. Sin embargo, ese cambio de piezas demora tres meses, y desde el 3 de julio están tirando las aguas al río sin tratamiento. Ellos dicen cumplir con toda la norma; sin embargo, no le avisaron a nadie. Nosotros nos enteramos por rumores y por los vecinos”.
Más aún, el concejal aseguró que el propietario del terreno donde se produce la descarga tampoco fue informado “para que sus animales no bebieran agua sucia. Además de estar contaminando cometieron el desaire de no informarnos. Queremos que se corte la contaminación y que elijan una alternativa distinta”, señaló Solar, planteando incluso la posibilidad de trasladar las aguas servidas en camiones aljibe hasta la planta ubicada en Santa Bárbara.
Al respecto, consultado por La Tribuna el alcalde de Quilaco, Fredy Barrueto, señaló que expuso su preocupación a la empresa Essbio, aún cuando reconoció que la habilitación de una nueva planta de tratamiento de aguas servidas es necesaria para a su comuna.
“La problemática que se nos produce es que por una parte nos están contaminando las aguas del río Bio Bío; y por otro lado está el progreso, en que en uno o dos meses más vamos a estar con una planta nueva. Pero en este momento están estas dificultades que no son menores”.
Barrueto dijo que no fue informado de la fecha exacta en que comenzaría la descarga. Asimismo, manifestó que ante el escenario actual manifestó a Essbio la necesidad de recibir compensaciones, que reparen en parte el daño ambiental que se está produciendo. “Mientras se estén contaminando las aguas nunca va a haber una conformidad para uno”, afirmó.
En cuanto a eventuales riesgos para las personas que residen en la ribera del Bio Bío o para su masa ganadera, Essbio señaló que ya dieron aviso de la situación para evitar cualquier anormalidad. No obstante, aseguró que la cantidad de aguas servidas que están siendo descargadas “es mínima”, y además, mantienen un constante monitoreo sobre el río.
Finalmente, el jefe zonal afirmó que la única alternativa con la que contaban mientras realizan los trabajos de la nueva planta, era el vertimiento temporal en el río Bio Bío.
sábado, 19 de diciembre de 2009
Laja - La Leyenda De La Laguna Señoraza


Si tienes un amor prohibido ven a recorrer esta hermosa laguna La Señoraza.

Texto e Imágenes gentileza de Cabañas y Camping Coyunche
Laja - La Leyenda De La Laguna Señoraza


Si tienes un amor prohibido ven a recorrer esta hermosa laguna La Señoraza.
Texto e Imágenes gentileza de Cabañas y Camping Coyunche.
jueves, 3 de septiembre de 2009
Tertulia “Dr. Wladimir Sánchez"
Mario Herrera Novoa, Presidente de la Corporación de Monumentos Históricos Nacionales de Los Ángeles, tiene el agrado de invitar a Ud. a la Tertulia “Dr. Wladimir Sánchez”, organizada por esta corporación, que se realizará en el Auditorio de la Universidad Santo Tomás, calle Lautaro 286, el día, jueves 3 de septiembrea las 19 hrs.
Una de las temáticas base de esta corporación ha sido dar cabida al conocimiento con que se cuente sobre nuestro gran río Bio Bío.
En esta ocasión se contara con la presencia del Sr. Carlos Muñoz, conocido dramaturgo e investigador del folklore popular. El Sr. Muñoz por su doble condición de escritor y topógrafo especialista en explosivos, se referirá a los accidentes geológicos de la cuenca del Bio Bío donde le tocó realizar estudios durante muchos años.
Se invita a la comunidad a participar en esta tertulia para analizar con el invitado sus puntos de vista relacionados con esta temática tan importante y que nos concierne a todos como parte de esta comarca dominada por este gran accidente geológico.
Su asistencia otorgará realce a esta actividad.
Los Ángeles, septiembre 2009
domingo, 15 de febrero de 2009
Hualpén - Caracterización Biogeográfica de la Península de Hualpén
SUPERFICIE: El decreto no detalla superficie, pero la superficie aproximada es de 2.190 hectáreas.
LÍMITES: De acuerdo al decreto los deslindes que señala son los siguientes: Norte: Litoral marino de la bahía de San Vicente y camino que va de Lenga a Concepción, en el tramo comprendido entre la citada bahía y su intersección con la prolongación en línea recta del límite este del Parque Pedro del Río Zañartu. Sur: Río Bio Bo y litoral marino del Océano Pacífico. Este: Límite divisorio de propiedad del Parque Pedro del Río Zañartu con propiedad de Corfo, y su prolongación en línea recta hasta el camino que va de Lenga a Concepción. Oeste: Litoral marino del Océano Pacífico.
COORDENADAS GEOGRÁFICAS: 36°40 y 36°50 Latitud Sur; y 73°15 y 73°05 Longitud Oeste.
La Península de Hualpén, permite la formación de la Bahía de San Vicente por el Sur. El área se caracteriza por tener un sector de terrazas de topografía plana a ondulada entre la bahía de San Vicente y la boca norte de la desembocadura del río Bio Bío con algunos cerros como el del Conejo (53 m.s.n.m.) y Teltrén (144 m.s.n.m.). Hacia el noroeste se encuentran las formaciones montañosas de las Tetas Norte y Sur que alcanzan 238 m.s.n.m. y 247 m.s.n.m., respectivamente.
El Santuario es un área representativa del llamado Bosque Caducifolio de Concepción (Rodolfo Gajardo, 1994), formación vegetacional que se encuentra protegida sólo en un 0,47 % de su superficie total existente en el país, es decir, en 6.131 hectáreas dentro del Sistema Nacional de Áreas Silvestres Protegidas del Estado (SNASPE). Las formaciones boscosas del sector sureste de la península, son muy interesantes y se destacan dentro de las formaciones de matorrales y praderas, en conjunto con la laguna verde y el río Lenga.
Dentro de la red hidrográfica de la zona se distinguen el río Lenga, que desemboca en la bahía de San Vicente y la Laguna Verde, pequeño cuerpo de agua delimitada por tres laderas empinadas boscosas y un sector de poca inclinación sujeto a inundaciones estacionales. Posee además dos quebradas que originan pequeños esteros de agua dulce que desaguan en el mar. El recurso hídrico más importante corresponde al Océano Pacífico, siendo los otros cursos mayores el canal Lenga y la desembocadura del río Bio Bío.
En la vegetación de la península de Hualpén coexisten elementos de comunidades de matorral costero arborescente de la zona mesomórfica y bosque de la zona hidromórfica. Hacia el área noroeste de la península, entre el sector de las Tetas del Bio Bío y el litoral, se encuentra un matorral muy abierto y pastizales. Sólo en quebradas es posible encontrar árboles con algún desarrollo. En cuanto a la exclusividad del área de la Península, el principal elemento que se encuentra es la presencia de flora endémica como Queule (Gomortega Keule) y Pitao (Pitavia punctata).
En la formación boscosa, el estrato arbóreo oscila alrededor de los 20 metros y en él predomina el peumo (Cryptocaria alba), siendo especies subdominantes el boldo (Peumus boldus), el olivillo (Aextoxicon punctatum) y otras especies escasas como el huillipatagua (Citronella mucronata), el ulmo (Eucryphia cordifolia), el litre (Lithraea caustica) y el canelo (Drimys winteri).
En los estratos intermedios se encuentre en forma abundante pitra (Myrceugenia planipes), acompañada por murga negra (Rhamnus difusus) y arrayán macho (Rhaphithamnus spinosus).
Los estratos herbáceos presentan diversidad florística como Cassia stipulacea, Chiropetalum tricuspidatum, Francoa appendiculata, Sanicula crassicaulis y Blechnum hastatum, como las más abundantes. Las lianas y epifitas son típicas en este tipo de bosque costero, encontrándose entre las primeras Coguil (Lardizabala biternata), voqui colorado (Cissus striata), voqui blanco (Proustia pyrifolia), pilpilvoqui (Boquila trifoliata), copihue (Lapageria rosea).
Elementos destacables por su rareza son también las cuatro especies de orquídeas y la flor de la araña (Arachnitis uniflora), especie saprófita que habita exclusivamente este bosque.
En la playa submareal de Caleta Lenga existe un relicto de pradera natural del alga pelillo (Glacilaria chilensis) que ha sido sometido a actividades de manejo.
En las formaciones de matorral encontramos maqui (Aristotelia chilensis), Cassia stipulacea, Quila (Chusquea quila) y otras.
La tala del bosque en los sectores más planos por el uso ganadero habría originado la pradera compuestas por gramíneas.
Los acantilados y roquerios del Santuario permiten la nidificación de especies de aves marinas y migratorias, como así también se han encontrado diversas de especies de mamíferos, aves, reptiles, anfibios y peces (Quezada, 1977). La existencia de una importante biodiversidad con la presencia de mamíferos como monito del monte (Dromiciops australis), murciélago orejón (Lasiurus borealis), murciélago blanco (Lasirius cinereus), murciélago rojo (lasiurus borealis), murciélago coludo (Tadanida brasiliensis).
Los cánidos están representados por el zorro chilla (Canis griseus), en cuanto a los octodontodos exóticos hay liebres (Lepus europaus) y conejos (Oryctolagus cuniculus); en tanto la presencia de roedores nativos se centra en las poblaciones de ratoncito oliváceo (Akodon olivaceus), coipo (Myocastor coypus), laucha de los espinos (Oryzomys longicaudatus). Existe abundancia de ratones aloctonos como rata parda (Rattus novergicus) y rata negra (Rattus rattus), pues son parte de la cadena trófica del lugar.
Las aves asociadas a la marisma corresponden a yeco (Phalacrocorax olivaceus), garza cuca (Ardea cocoi), garza grande (Casmerodius albus), garza chica (Egretha thula), pato gargantillo (Anas bahemensis), cisne de cuello negro (Cygnus melancoryphus), entre los catartidos hay Jote de cabeza negra (Coragyps atratus), jote de cabeza colorada (Cathartes aura), Los reptiles con los ofidios Tachymenis chilensis, Philodryas chamissonis y las lagartijas Liolaemus chilensis y Liolaemus tenuis, son los más representativos de este Santuario. En cuanto a los anfibios la presencia de Eupsophus taeniatus, Eupsophus rosseus, Pleurodema thaul y como especie notable Caudiverbera caudiverbera, las encontramos en los ambientes pantanosos de esta área. Por último, los ambientes de agua dulce permiten la presencia de gambusia (Gambusia affinis) y carpa (Cyprimus carpio).
Este Santuario es un ecosistema lacustre y de pantano de alta fragilidad que presenta especies con problemas de conservación como es el cisne de cuello negro y el cuervo del pantano, especialmente por la presión ejercida por la extracción de totora, la caza y pesca furtiva. Esta área debe soportar además una carga de construcciones de todo tipo, no planificado y sin control de uso, especialmente en la falta de manejo adecuado de los residuos sólidos y líquidos que vierten las pesqueras, conserveras y casa habitaciones de la península, sin contar con los contaminantes que desemboca el río Lenga.
Dirección: Al norte de la desembocadura del Río Bio Bio, Hualpén.
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jueves, 5 de febrero de 2009
Yumbel - Atractivos de Yumbel

Balnearios y Zonas de Camping
Balneario Río Claro
El Balneario Municipal Río Claro está ubicado a 3 Km. de Yumbel y tiene zonas de camping muy bien equipadas para recibir y atender a visitantes, turistas y veraneantes.
Las aguas del Río Claro, como su nombre lo indica, son claras y como característica especial es que se diferencian temperaturas en ellas altas y bajas. Con abundante sombra, sus playas muestran arenas finas y suaves, ideales para el descanso familiar.
Balneario Salto del Laja
El Balneario Salto del Laja está ubicado a 25 km. de Yumbel y tiene la mejor ubicación para apreciar la magnificencia de sus saltos.
En este balneario se han realizado importantes inversiones públicas a favor de un mayor confort y seguridad de los visitantes. Además, cuenta con el equipamiento necesario para disfrutar de este atractivo de reconocimiento nacional e internacional.
Laja - Atractivos de Laja

Laja es una comuna que cuenta con la particularidad de estar circundada por los ríos Laja y Bio Bío que se transforman en un centro turístico de alto interés.
Inserta en la ciudad se encuentra ubicada la Laguna Señoraza, apta para la práctica de deportes náuticos constituyéndose la costanera en un lugar agradable para caminatas y paseos familiares.
Al norte de la ciudad, donde confluyen los ríos Laja y Bio Bío se ubica el puente que une las comunidades de Laja y San Rosendo.
A 18 kms al sur se encuentra Puente Perales, que es un lugar de gran atractivo y tiene condiciones que lo hacen apto para la pesca.
Por el camino La Colonia, a 4 kms de la ciudad se encuentra el centro astronómico. A 13 kms, se ubica la laguna «El Pillo» y a 19 kms está la laguna Coyanco.
Antuco - Atractivos de Antuco

Ojo de Mar
Comuna privilegiada en recursos naturales en todo el país. El mayor embalse natural del país es el lago Laja, con una longitud de 35 kilómetros y un ancho máximo de 7 kilómetros, está situado a mil 350 metros sobre el nivel del mar y dista 96 kilómetros al oriente de Los Ángeles. Tiene una profundidad máxima de 110 metros, sus aguas son heladas y de fuerte oleaje en invierno. En verano se puede pescar especies salmonídeas.
Su formación geológica data de la época glacial. Hace unos 200 mil años se habría excavado el gran cajón andino del río Laja, dando origen al lago como producto de erupciones volcánicas que bloquearon el valle permitiendo la formación del lago.
Enclavado en plena cordillera de Los Andes, este lago alimenta a las centrales hidroeléctricas El Toro, Abanico y Antuco (propiedad de Endesa), uno de los mayores complejos eléctricos del país que aporte cerca del 20% de la energía que requiere el país.
En invierno, el lugar es extraordinariamente hermoso, ya que el color azul del agua resplandece entre el blanco de la nieve que inunda el paisaje. En verano, está rodeado de un suelo volcánico que en forma de arena y piedras forma ondulaciones ascendentes por el lado sur y empinadas montañas por el norte.
Muchos turistas instalan sus carpas al lado del lago para disfrutar de la tranquilidad del lugar y si se atreve, bañarse en sus heladas aguas.
El camping Rucúe que aprovecha las aguas del río del mismo nombre está ubicado al lado de la ruta, a 12 kms de Antuco. En el único balneario acondicionado para atender público. Dispone de sitios de camping, además de mesones, letrinas, lavaderos y una cancha de fútbol.
A pocos kilómetros al este de Antuco se encuentra el fuerte Ballenar, fundado por el entonces gobernador de Chile, Ambrosio O’Higgins como paso cordillerano y de intercambio con los trasandinos, a través del paso fronterizo de Pichachén.
Uno de los sitios con mayor equipamiento dentro de la comuna es el camping Lagunillas, ubicado a 2 kms de la entrada al Parque. El camping tiene zona de campismo, además cuenta con cabañas y restaurante.
Los principales lugares turísticos son el parque nacional Laguna del Laja, el volcán Antuco, centro de esquí del volcán Antuco, el paso fronterizo Pichachén, la Sierra Velluda, el salto Velo de la Novia, Piedra del Indio (ubicada pasado el retén de la avanzada de Carabineros, la creencia dice que hay que dar una vuelta a la piedra para asegurar regreso sin complicaciones, algunas personas dejan objetos de valor, principalmente monedas); las ruinas del Fuerte Ballenar; el salto del Trubunleo; el salto Las Chilcas; el puente Colgante Rucúe; cerro Pilque; cerro El Mirador; balneario Rucúe y camping Lagunillas.
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Antuco - Antuco, a las puertas del cielo

Agua y el sol, entre la cordillera y el lago. Parece ser que la etimología mapuche del nombre de comuna de Antuco (Antu=sol; co=agua en mapudungún) no pudo ser puesto más a propósito.
Sí, porque a poco más de mil 300 metros sobre el nivel del mar, en medio de la cordillera de Los Andes, el imponente lago Laja, en la tranquilidad de las alturas, casi roza el cielo. Y kilómetros más abajo de ahí, el agua límpida y fresca del río Laja se desliza rumorosa entre escarpadas paredes en el valle que le da su nacimiento. Así es la vida en Antuco.
En el área urbana de esa localidad destaca la parroquia de la Inmaculada Concepción y algunas construcciones típicas de cordillera con paredes de piedra y piedra laja. Una característica que se da en las tardes de verano es que el agua irrumpe en las calles de la ciudad navegando tranquilamente hasta el perímetro central.
Ubicado a 60 kilómetros al oriente de Los Ángeles, Antuco tiene 4 mil 236 habitantes que viven en mil 952 kilómetros cuadrados. Además del pueblo, Antuco se compone de una serie de localidades montañesas,como las Villas Las Rosas, Peluca, Los Canelos, Abanico, Mirrihue, Coihueco y Alto Antuco. La mayor concentración humana se encuentra en la localidad del mismo nombre, donde se ubica la Municipalidad como eje del desarrollo de la zona.
Pero las verdaderas bellezas naturales están desde el pueblo hacia la cordillera: el valle y el lago Laja, Sierra Velluda y el volcán Antuco, entre las principales.
Antuco - Donde Nace el Río Laja

La Laguna El Laja, situada a 1.360 metros sobre el nivel del mar, en plena Cordillera de los Andes, se alza como el mayor embalse natural con que cuenta el país.
El río Laja nace al sur del cerro El Toro, a 4 kilómetros al oeste del Lago Laja y antes de llegar al afluente del río Trapa Trapa y a otros riachuelos de menor caudal.
Aquí se encuentran toda clase de especies de salmones, en grandes cantidades y a lo largo de todo su recorrido.
La belleza de esta zona permite que un paseo se convierta en una experiencia inolvidable para los visitantes.
Sol, agua, lagos, caídas de agua, montañas, nieve y tupida vegetación son algunas de las características de nuestros paisajes.
lunes, 2 de febrero de 2009
Alto Bio Bío - Ojo de Agua

Ubicado en el sector de Cherquelauquén por el camino a Ralco Lepoy, a 109 kms de Santa Bárbara, el Ojo de Agua, es un extraño lugar árido, de donde emana agua de baja temperatura que da origen a un río que desemboca en el río Ralco. Por sus atractivas características, se destaca como lugar de excursión y fotografía.
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Alto Bio Bío - Laguna El Barco

El fundo "El Barco" con una superficie de 18 mil hectáreas, está enclavado en plena cordillera andina, a 170 kms al este de Los Ángeles. Existen en su interior innumerables valles de tupidos bosques nativos regados por caudalosos ríos. Se encuentran además imponentes montañas, rocosos cerros y suaves lomas. Cientos de especies y vegetales habitan sus extensas llanuras. Sin embargo, si de belleza se trata, existen en el lugar parajes de ensueño, como la hermosa laguna que lleva el nombre del fundo. La laguna "El Barco", con una superficie de 200 hectáreas, es verdaderamente un espectáculo de belleza, abundancia y paz.
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Alto Bio Bío - El río Bio Bío

El río Bio Bío es uno de los más importantes del país. Con sus 380 kilómetros de extensión, nace en los lagos Galletué e Icalma (Novena Región) y continúa su serpenteante camino hasta desembocar en el mar, frente a la ciudad de Concepción, alimentado en su marcha por varios ríos tributarios, como el Laja y Duqueco, entre otros.
Frontera natural entre españoles y mapuches en los tiempos de la Conquista, la Colonia y parte de la naciente República, sus aguas ahora bañan las costas de 14 comunas que suman una parte importante de la población regional.
Además de su importancia por la población colindante y las industrias que se han levantado en su entorno, desde mediados de los años ’90 suma un estratégico rol en la actividad fabril del país al ser uno de los principales núcleos de generación energética con la puesta en marcha de las central Pangue (1997) y Ralco (2004), dos de las mayores obras hidráulicas que se han construido en el país.
Alto Bio Bío - Salto del Turbio

Un torrentoso río que baja por las quebradas cordilleranas, conocido como "El Turbio" por el color café de sus aguas, da origen al salto del Turbio. Una caída de agua, distante a 71 de Santa Bárbara, por el camino a Ralco Lepoy.
Sitio ideal para la fotografía y contemplar el volcán Callaqui y su nevado permanente, conocido por los lugareños como "La Blanca".
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Alto Bio Bío - Reserva Nacional Ralco

Enclavada en la zona cordillerana del Alto Bio Bío, tiene entre sus atractivos la laguna La Mula (pequeño ojo de agua en medio de la cordillera) y el imponente volcán Callaqui coronado de araucarias y lengas milenarias.
Ubicada en los faldeos cordilleranos, la mitad de la superficie de la Reserva Nacional Ralco corresponde a altas cumbres y rocas, entre las que se encuentra el volcán Callaquén, cuya altura aproximada es de 3 mil metros sobre el nivel del mar.
El resto de la superficie se encuentra cubierta con formaciones de araucarias, lengas, coihues, ñirres, y especies de matorrales y pastizales.
Son 12 mil 424 mil hectáreas, que tienen un alto valor escénico y presentan grandes condiciones físicas para el excursionismo.
Desde el año pasado que en el lugar se encuentra operativo, durante el verano, un camping administrado por las familias pehuenches relocalizadas en la zona debido a la inundación de la central Pangue. Cuenta con sitios para acampar, agua potable y baños.
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Alto Bio Bío - El Río Bio Bío y Los Pehuenches

“Es aquí donde nacen los ríos. Más que nada, aquí nace el río. Las demás vertiginosas torrenteras de bajan de los faldeos cordilleranos son o el Ránquil o el Chalquivín o el Rahue o el tal o el cual, pero el río no puede ser otro que el Bio Bío.
Ciñe la tierra con su anillo de agua, la estrecha contra la más alta de las cordilleras y socava por la base el vientre de los volcanes que con su nieve le alimentan el cauce.
Pero el “río” en esa cuasi isla cortada al norte por el Chalquivín, al sur por el Pehuenco y al occidente por el Bio Bío, en vez de unir divide. Es tropel de agua en los barrancos, remanso profundo en los menguados valles y barrera que pone, de un lado, el mundo ablandado por los ferrocarriles y el telégrafo, y del otro, el campo hosco de caminos de herradura, de riscos y tinieblas.
No se sujeta a puentes ni es generoso en vados. Por su lomo cruzan lanchas con balseros que amarran las manos a largos pértigos o a los cables del hilo sin fin: como en un cuento de hadas, están eternamente uncidos al esfuerzo de los brazos y como nadie les ha pedido reemplazarlos en la tarea, siguen esclavizados al río desde el primer rayo de sol que calienta las cumbres hasta su postrer pincelazo pálido en los picachos.
Pero el río no rige el destino de estos hombres: no tiene en este rincón iluminado por los fuegos del Llaima y vigilado por el atalaya del Mocho, ni grandes bosques que le llenen el lomo con su tronquerío ni ofrece otra ventaja que desaguar eternamente las cordilleras.
Dicen, eso sí, que es sabedor de muchas historias. Sabedor de cosas épicas que hasta hacen llorar, de cosas amargas también como el llanto, de cosas de pasión y heroísmo, de cosas de formidables esfuerzos y de muy escasas flaquezas. Las está contando a diario con la sorda voz de sus aguas al derrubiar los flancos de los acantilados. Pero también sabe de la violencia, que un día se ha rebelado y ha roto sus vallas y ha llevado a los campos, en forma de osamentas, pruebas que el hombre puede ser grandioso en sus arrestos y mezquino en sus venganzas.
No han dejado huella visible en el deslizamiento de su cauce las épocas diversas que le han ido cargando de experiencia. Pero todo lo lleva dentro de sus aguas: ahí está ese pueblo de cobre de los faldeos subandinos australes. Entonces el río tenía otro nombre sin onomatopeya de grito de pájaro agorero: era el Butanlebu y los hombres que se bañaban y pescaban en sus aguas eran pehuenches del Inepire-Mapu. Libres de coger el quillín de los pinares, libres de arponear los salmones y tender trampas a los zorros.
Sabe el río que eran los amos de la región. Sus caciques poderosos y altivos, pujantes hasta en la muerte, al morir se refugiaban en los volcanes y arrojaban fuego y lava si las acciones de sus huestes humanas le ponían el ceño duro.
Las rucas se esparcían aisladas por las parcialidades de todas las faldas andinas, porque si estos hombres no temían a ser vivo, en cambio les ponía miedo la potencia de sus hechiceros. Y en los valles, junto a los ríos despeñados en raudales tronitosos por las rajaduras de las montañas, se multiplicaban los tolderíos de cuero.
Terciado el cuerno al pecho, en ocasiones los caciques le arrancaban sordos sones: era el llamado al nguillatún, la convocación a la guerra, el clamor de un pueblo libre para crecer y para morir. Entre la maraña de troncos de cipreses y robles, cuerpos morenos seguían detrás de las vizcachas, cazaban los huillines o armaban trampas a los coipos en los esteros de las planicies. La caza del hombre por el hombre no entraba todavía a la tierra que Dios rasgó en híspidas rocas y enmarañó de selvas.
Pero un día... La gente de los pinares estaba en paz. En son de guerra llegaron unos extraños hombres blancos, barbados, dueños del trueno. Los mapuches lucharon, cayeron, lucharon. Cientos de miles de lanzas se rompieron en los encuentros y miles de mocetones mordieron la tierra ensangrentada, un día y otro día, tantos días y tantas noches que los pehuenches perdieron la cuenta y con el mismo brío con que guerreaba el abuelo lejano, seguía combatiendo el nieto apenas aprendía el grito de guerra.
Tras la muerte, una pausa. Detrás de la espada, lo que la espada no pudo conseguir, intentó hacerlo la cruz. A la sazón, el río había mudado de nombre: llamábanlo ahora Ribimbe o Biu-Biu.
Al doblar un día este Bio Bío, encauzado ya en lecho dilatado, por un caserío surgido de improviso, años atrás, a la salida de los desfiladeros cordilleranos, oyó hablar de unas hombres vestidos de largos chamales color de tierra gredosa, armados solamente con una cruz y enviados por un alto cacique blanco al que mentaban don Manuel Amat y Junient. Así supo el río de la lucha pacífica por el sometimiento de los mapuches, así supo que ese caserío, al que llamaban Santa Bárbara, quería tener algo de santo teniendo mucho más de bárbaro.
El imperio de la cruz hizo prodigios. Mas su reinado fue breve. Resonó otra vez el grito de guerra y los pehuenches arremetieron sus súbitos malones contra los poblados, empujados por la sed de venganza contra los huincas ansiosos de despojarlos de sus tierras. Luchas y treguas, nuevas luchas y nuevas treguas se fueron dando vuelta en los años indígenas. Las quinchas de colihue y barro de los fuertes se hincaron en la tierra mapuche al estampido de los viejos fusiles “Comblain” de las huestes de chilenos fogueados en las campañas de los desiertos peruanos. La división de Drouilly clavaba en el Butal Mapu pehuenche los fuertes de Curacautín, Lonquimay, Liuncura, Nitrito y Llaima.
El indio fue expulsado, cercado, despojado, arrojado a los flancos abruptos de la cordillera, recluído en la tierra que nadie, por mísera, ambicionaba.
Aun esa tierra la trabajaban como podían y cuando podían. Morían de hambre. La filosofía de los viejos, enflaquecido por las privaciones, traducía la angustia en una frase breve y brutal: “no come, murió”. La tierra, eso sí, era pródiga en piñones. Y los piñones aplacan el hambre. Aplacada el hambre, ya es posible vivir... No lo es, empero, cuando el kalku era más poderoso que el Ngenechen y desde las profundidades del rine arroja su mal al desdichado mapuche: son en vano, entonces, los redobles del cultrún y las contorsiones de la machi... Así se moría de hambre o de mal tirado. Nada más. O en las disputas entre las tribus, la muerte heroica entre el chivateo de la victoria o la maldición de la derrota.
Sobre ellos cayeron más tarde unos huincas armados de carabinas. Oculto detrás de las rocas, a cubierto de gigantescos troncos, solapados en las grietas del terreno, los balearon sin piedad, los persiguieron como a bestias dañinas. Los indios caían sin saber de dónde ni por qué les llegaba la muerte. Los heridos se arrastraban a sus rucas y sus indias los curaban con yerbas de la montaña y lloraban la desdicha que se abatía sobre ellos sin haberlo merecido. Los perseguían, los mataban. No bastaba, pues, el hambre ni la hostilidad de la naturaleza: llegaba el blanco. Las indias gemían sus menesteres y en la acongojada ceremonia de los funelares, surgía el clamor de la angustia: “¡kiñeke wentr ñiekei pañilvepiuke!”.
¡Ay, sí! De fierro tenían el corazón esos hombres. De piedra y fierro. Enviados por sus amos a limpiar de indios una zona que mejor estaba para echar en ella a pastar animales, caían como perros sobre las liebres. El plomo horadó las entrañas de los viejos, de las mujeres. Los niños conocieron también el candente camino que dejan las balas en la carne desgarrada. Los mocetones lucharon. Y murieron. La trágica cacería duró meses. Los hombres combatieron defendiendo sus rucas, sus güeñes moquillentos, sus tristes sembrados. Pero caían; y al morder su boca las rocas duras, sus dientes seguían estampando en ellas un grito rebelde y tenaz. De aliento para los que restaban.
Todo en vano. La sangre no logró hacer más fecunda la tierra: sólo trajo revuelo de aguiluchos voraces refocilantes en la carroña. Los indios se fueron retirando más arriba, lejos, prendiéndose a las crestas de la misma cordillera, allí donde los animales desdeñan clavar sus pezuñas. Y allí murieron.
Para matarlos, esta vez el huinca no empleó las balas. Había aprendido el valor de un arma mucho más eficaz que no deja rastro de sangre: la ley. El huinca contrató abogados y el abogado dio el golpe de muerte definitivo y brutal a los últimos mapuches. Valióse de papeles llenos de timbres y firmas, todo muy legalizado y muy en regla. Al pie, la cruz que reemplazaba la firma del cacique analfabeto. El cómo puso allí su firma o lo que fuere, secreto es guardado por el huinca y su abogado, pero lo sabe también el río.
Y así fue: la culpa la tuvo el aguardiente, aguardiente para el estómago del mapuche. Con aguardiente, el mapuche no sabe ni lo que dice ni lo que hace, ve unas caras borrosas, oye unas voces lejanas, una que le escancia el licor, una vez, otra vez, muchas veces. El mapuche no puede desairar a un huinca amigo y su dedos temblorosos estampan en el documento que lo despoja de sus bienes, unas cuantas rayas tiritonas. Cuando le abandona el licor, le ha abandonado también el huinca amigo y le han abandonado sus animales y sus tierras.
Así vio el río la muerte del pehuenche. Vio muchas cosas más: vio crecer las haciendas, dilatarse hasta las cordilleras, llenarse de animales en kilómetros y kilómetros. Todo bajo el dominio de uno o dos hombres. La posesión a fierro o fraude. ¿Y qué? ¡Si esos no son más que unos pobres indios!
“Ránquil” Junio de 1941, Reinaldo Lomboy; Novelas de la Tierra
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