sábado, 15 de agosto de 2009

Hijo De Mi Raza... Por Alicia Pereda Saavedra

Hijo mío, nunca te averguences de tu cuna amerindia
Ella recogió para ti el baile sideral de los cometas y
las lunas engarzadas en el manto originario de la noche
dejándolos entretejidos al borde de todas las selvas
Estrenó su canto cuando tu oído se abrió a la mañana
y del fondo de la tierra se elevaron los gigantes de arena.
Tus pies descalzos abrieron camino a los dioses
que se durmieron bajo la rosa azul del firmamento
olvidando que la sangre derramada pintó las rocas
con que siglos después otros hicieron sus coronas
El color de tu piel lo quiere en su diadema la luna
para destilarla nieve y despertar las venas del desierto
una gota cristalina en los resecos pechos de la pampa
donde beban los hombres y se alimenten las alpacas
Te acunó en sus brazos el frío hálito cordillerano
llevándote en un viaje sin horizontes por las rutas
que antaño trazaran para ti los alados señores de Los Andes
Nunca hijo mío tengas miedo de tu historia y tus raíces
Maderos nobles empotrados en los cimientos de la tierra
Sangre primigenia que se hizo pueblo de nieve, mar y cobre
Monolito esculpido por los vientos oceánicos.
No te culpes por los pecados de otras razas, vive en tí
deja para otros las culpas de los siglos y levanta tu pie
ensangrentado para lavarlo en las dulces aguas de los ríos
Hijo mío, se prendió en tu voz la trompeta victoriosa
que Lautaro hiciera sonar en los albores de tu patria
Se anidó en tu pecho la acerada espada de Carrera
En tu frente brilla la estrella solitaria que desprendiera
del océano austarl el triste Húsar de la Muerte
Eres greda y carbón en el centro
En los valles verdes trigales dormidos
Una roca triturada bajo el sediento sol pampino
Un ocaso de cobre destellándo en los cielos del norte
Eres en el sur el bramido de un mar sin fronteras
Un trozo de hielo desgajado en la Antártida
Un sueño-esperanza en los fiordos y montañas
que vendrá prendido a volantines en Septiembre
Eres hombre-niño, hombre-anciano, hombre-pan
semilla, flor del útero bermejo en los copihues
canto araucano flotando en los velos de las lluvias.

Alicia Pereda Saavedra
Poetisa