martes, 15 de septiembre de 2009

Sobre El Antisurrealismo En Palabras De Un Artista

Discurso emitido el 20 de Abril del año 2009: Sobre lo que es el Antisurrealismo en el "Primer Encuentro de Anti-Surrealismo: Imágenes Inconscientes de una Sociedad enferma"

Estimados y estimadas:

Sean todos y todas bienvenidos a este Primer Encuentro de Anti-Surrealismo: Imágenes Inconscientes de una Sociedad enferma. Quisiera Agradecer profundamente su asistencia a esta exposición y, sin duda alguna, pido aplaudir al grupo rock-fusión Eje Abstracto. Quienes pronto se presentarán en este escenario y nos maravillarán con su música.

Quizás muchos de los presentes no comprendan el título de esta exposición, ante lo cual les he preparado una breve, concisa, pero profunda explicación de lo que con mis obras quiero gritarles.

¿Qué es Anti-Surrealismo y porque “Sociedad enferma”?

1- Definición del concepto

Para responder a esta pregunta resulta necesario definir lo que combato: el Surrealismo Histórico y luego ofrecer algo en mi defensa de lo que entiendo por “Sociedad enferma”.

Para ello haré uso, primero, del “Primer Manifiesto Surrealista” (1930) de André Breton, y explicaré el “por qué” de mi parricidio o rebeldía ante este tipo de arte tan aplaudido por muchos.
Para empezar:

Los Dos Principios Fundadores del Anti-Surrealismo son comprender que:

1) Todo arte visual capaz de estimular falsamente las conciencias de su público es venenoso, porque intenta interpretar lo que le conforta al público-cliente, por encima de la generación de un espíritu crítico-social. Esto es para mí: Un arte decadente.

2) Hacer-ver que el arte no sólo embellece, sino también es un arma de combate que sirve para criticar lo decadente del mundo actual.

Aclararé que el Anti-Surrealismo no posee una “doctrina definida”, ni posee “nomenclatura categórica” que lo defina como un estilo nuevo, es un medio, y así quiero comprenderlo temporalmente.

Decía André Breton en su “Primer Manifiesto Surrealista: “Tanta fe se tiene en la vida, en su aspecto más precario, en la vida real, naturalmente, que la fe acaba por desaparecer”.

Reclamo contra este principio del Surrealismo Histórico y os digo a todos que el arte no es para sonámbulos, es para hombres y mujeres despiertos ante una realidad cada vez más intolerante. Crítico enormemente los principios surrealistas de considerar al sueño, por encima de la realidad. No es la felicidad ingenua del sueño o la “evasión” de la realidad lo que nos hará grandes, sino la capacidad de estar despiertos y de ir en contra de lo que nos esclaviza: esta sociedad de consumo, hecha del más puro materialismo cultural y reinada por abstractas ilusiones de progreso ilimitado.

Sin embargo, concuerdo absolutamente con Breton de que el Realismo Histórico nos ha inundado en la falta de ilusiones y de esperanzas al mostrarnos un mundo tan sistemático e idealizado. No obstante a tales críticas, considero al Surrealismo Histórico como hijo absoluto de ese tipo de arte que nos “zombifica”, y más aún nos desvía de la realidad social. Si el Realismo nos mostro la realidad como idealizada, su “extremo” el Surrealismo, nos la niega. La verdad del arte debe basarse en ver la realidad social, económica y cultural y criticarla. Ese es el ideal del Anti-Surrealismo.

Cito a Breton: “Si las profundidades de nuestro espíritu ocultan extrañas fuerzas capaces de aumentar aquellas que se advierten en la superficie, o de luchar victoriosamente contra ellas, es del mayor interés captar estas fuerzas, captarlas ante todo para a continuación, someterlas al dominio de nuestra razón, si es que resulta procedente”.

Creo, junto a Breton, que estas fuerzas del espíritu, existen. No puedo negar que mi arte se basa en una contradicción entre mi Espíritu artístico y esta sociedad materialista. Así tampoco, evitaré decir que esas fuerzas pueden ser captadas o dirigidas, pero jamás aceptaré que el fin último del arte sea “embobar” las conciencias, haciéndolas ver un mundo que no es. La colonización del deseo, dice Jesús Ibáñez, es la última dominación ejercida por este Sistema. No podemos dejarnos llevar por el hedonismo de ver bellas imágenes siempre, es necesario describir lo aborrecible de esta sociedad, para de”ahí” llamar la atención.

Todo Arte, público presente, debe ser capaz de Aferrarse a la Tierra.

La suerte del solitario no salvará a nadie, es por eso que debemos trabajar juntos para mostrar lo decadente. El Anti-Surrealismo es un medio simplemente, pero no por eso debe callar su Ira Interna.

3.- El Anti-Surrealismo es hijo de su época.

Mi arte no puede ser jamás una Isla. Soy Hijo de una Época difícil y compleja. La Dictadura del Materialismo Posmoderno.

La Sociedad Posmoderna actual nos contagia con la libertad material, la lucha de clases y la competencia, el consumo, el individualismo y la falsa creencia que el Dinero hace a la felicidad. Si en algo ha ayudado el Surrealismo Histórico a este Sistema es a no mostrarnos sus nefastas consecuencias y a reducirnos a ser individuos, pero jamás hombres unidos por los mismos lazos de parentesco y la misma forma de ver el mundo.

La propuesta del Anti-Surrealismo es ser dinamita y reflejar contradicciones, conflictos y falencias, pero jamás idolatrar las configuraciones estructurales de esta sociedad enferma.

Digo enferma, por ser incapaz de integrar las diferencias: étnicas con los mapuches, económicas entre clases y políticas entre partidos.

Considero a esta sociedad, la más perfecta creación de un tipo de sistema global incapaz de cumplir con la función natural de los hombres: su adaptación al entorno natural. Si vivimos separados, luchando unos contra otros, diferenciándonos en estilos egoístas, jamás haremos caso a nuestra natural tendencia a la conservación.

Podemos ser libres, pero estar patológicamente estresados.
Podemos tenerlo todo, pero ser incapaces de valorar lo que poseemos.
Podemos ser felices, pero arrollando al prójimo.

Yo, como ser humano primero y como artista después no puedo evitar decirles: Reflexionen y actúen. Sé que todos podemos hacer algo: individual o colectivamente, para que esta Sociedad enferma en su universalidad, sea curada, guiada y quizás revolucionada.

“No importa si estamos totalmente de acuerdo, preguntemos mejor si caminamos por el mismo camino”

Desde ya, muchas gracias por su atención.

Guillermo Sepúlveda Castro
Artísta Visual