“Temores de quedar eternamente rodeada de sombras”, “estancando los latidos”, “Las aguas no alcanzan las dunas”, “sed sedienta de exclamaciones”, “con mi nuca los pies danzan en la retina de la noche” , “tu cuerpo se deshace entre mis manos como pájaro en el cielo”, “animal de fuego en el subterráneo de la historia”, “la razón no es eterna”, “una crítica polémica y un puño de acero”, entre otras frases claroscuros son una seguidilla de palabras de algunos de sus escritos mas representativos que forman una fina melodía o al contrario, son graves contestatarias, y fiel reflejo de imágenes del subconsciente que Ingrid Odgers extrae de su interior y tira como dagas o envuelve como ternura. Su creación; obras y escritos, son una multitudinaria relación surrealista, o una cercanía a lo estridente, un remordimiento en la conciencia, una sombra que aparece fuera de tiempo y se agranda en el apogeo de nuestra prosperidad; un recuerdo bien o nunca bienvenido, una perpetua mortificación recurrente, un agujero en el monedero, un oportuno huésped del orgullo; un menoscabo al éxito, una mancha en la sangre, un borrón en el escudo, una rotura en la ropa, un sapo en el dormitorio.
Corresponde aclarar que el estridentismo, es un movimiento literario que nació en los últimos días de 1921, con el "Manifiesto Actual N° 1" del mayor exponente de esta corriente, el poeta Manuel Maples Arce quien respondió a una preocupación de renovación literaria. La teoría estridentista debe mucho al futurismo y dadaísmo, principalmente en la impetuosa admiración por la belleza de las máquinas y la irreverencia de autores como Maples.
La teoría de esta forma literaria se resumió en las siguientes declaraciones: "La verdad estética es tan solo en estado de emoción incoercible desarrollado en un plano extravasal de equivalencia integralista. Las cosas no tienen valor intrínseco posible y su equivalencia poética florece en sus relaciones y coordinaciones, las que se manifiestan en un sector interno, más emocionante y más definitivo que una realidad desmantelada. Para hacer una obra de arte es preciso crear y no copiar. Nosotros buscamos la verdad en la realidad pensada y no en la realidad aparente. Todo debe ser superación y equivalencia".
La poesía de Odgers se relaciona con este movimiento de vanguardia, hay un trabajo indiscutible: la búsqueda de una rebelión en lo artístico y en lo literario tal como en su tiempo lo hiciera Manuel Maples Arce y otros representantes del estridentismo.
Su obra desde “Ángel Dormido” a “De Tu Sangre Cautiva” transmite de una época a otra ese “llamado de cazadores perdidos entre grandes bosques”.
Se hace necesario insistir en la unidad indisoluble de la poesía de Ingrid Odgers, el desasosiego, el amor, la libertad. Esta trilogía ha llegado a constituir el punto central de su obra, como una actividad dirigida hacia el descrédito permanente a todos los dogmas sociales, éticos y religiosos. Su poesía explosiva que emana de “Paraguas y Carrillas”, “Perímetro Inútil”, “En Las Frías Rodillas del Mundo” y de “Los Elefantes no Duermen” son una de sus principales voces de aquella trilogía. Tiene mucha luz con una sinceridad total. Con claridad y exactitud, y antes de cualquier otra cosa hace luz en las sombras de la imaginación, se transforma esta en su hada madrina, excavando en el amor, el desencuentro, el sueño, la muerte, la locura, los mitos, la libertad…etc.
La poeta Ingrid Odgers ha sido y es creadora de imágenes poéticas; la más entrañable buscadora de lo insólito, como “una surrealista de tiempo completo” que pretende transformar el mundo, cambiar la vida. Su espíritu poético es de seres en permanente rebelión, de creer en las utopías. A veces pareciera extralimitar los instintos con el consiguiente reconocimiento de los valores irracionales y oníricos. Pareciese que Ingrid Odgers estuviese mirándose a través de su propia antología por un segundo en el espejo de su actividad juvenil, de carácter prolífico y creador.
La obra poética de Odgers transita la línea simbolista-surrealista. En toda la poesía hispánica anterior al Romanticismo - desde las cantigas medievales, al Romancero, a la gran poesía manierista y barroca del Siglo de Oro y en la literatura del siglo XVIII -, aparece una distinción neta entre pensamiento y elaboración onírica o, en otras palabras, entre la comunicación de la vigilia y la del sueño. Así, lo que se sueña está libre de las reglas morales que rigen la vida en sociedad y el honor de una doncella no se compromete por el hecho de que su amante la sueñe entre sus brazos.
En el Romanticismo, en cambio, y precisamente después del "siglo de las luces", el mundo del sueño y lo nocturnal se transforman en el ámbito privilegiado de la poesía. Bécquer convive con sus fantasmas y la poesía nace de estos seres fantasmales, producidos por el sueño y que están hechos de la sustancia del sueño. Como habría dicho más tarde Rafael Alberti, Bécquer abrió «en la frente sin corona del cielo/ la primera dinastía del sueño». Esos seres son el sueño mismo y por tanto encarnan el Ideal, que se contrapone al mundo de la realidad, concebido como material, banal, dominado por el pragmatismo y, de consiguiente, vulgar y cruel.
En el marco del Modernismo entendido como rebelión romántica contra el positivismo del poder político y de la cultura dominante en la América Latina, Rubén Darío usa una amarga ironía para oponer el pragmatismo y los valores burgueses — aun cuando aparezcan enmascarados de apertura intelectual, come se ve ya en su célebre relato El rey burgués — al sueño del Ideal poético, en el que habrá de reconocer al alma misma americana, que sueña, ama, vibra.
En la literatura contemporánea, en cambio, el mundo del sueño y el mundo de la vigilia se confunden de tal manera que ya no es posible distinguir entre uno y otro. El ejemplo más emblemático es el cuento de Borges, Las ruinas circulares, donde un experto soñador logra construir, mediante manipulación chamánica del sueño, una criatura que se confunde con la realidad. Al final descubrirá humillado que él también es una imagen vana de otro sueño:
Caminó contra los jirones de fuego. Éstos no mordieron su carne, éstos lo acariciaron y lo inundaron sin calor y sin combustión. Con alivio, con humillación, con terror, comprendió que él también era una apariencia, que otro estaba soñándolo.
Cortázar, tampoco es ajeno a la fascinación de lo esotérico y de lo mágico como una erupción insospechada de lo cotidiano, prefiere el acercamiento psicoanalítico al sueño. Reconoce en éste un instrumento de penetración en los meandros más profundos de la psiquis, donde el "otro", la alteridad, el oscuro habitante, se revela, en contraposición con la "persona", conocida y luminosa:
El sueño, esa nieve dulce
que besa el rostro, lo roe hasta encontrar
debajo, sostenido por hilos musicales,
el otro que despierta.
Ambos autores provienen de una iniciación vanguardista que les ha dado la libertad de acercarse, en el caso de Borges a las culturas arcaicas y al mundo mágico-mítico y en el caso de Cortázar al surrealismo y por ende al psicoanálisis.
Dice Rubén Darío: "Mas la América nuestra, que tenía poetas / desde los viejos tiempos de Netzahualcóyotl, [...] que tiembla de huracanes y que vive de Amor; [...] vi-
ve./ Y sueña. Y ama, y vibra"; cfr. A Roosevelt, en Cantos de vida y esperanza (1905).
La poesía de Odgers intenta llevarnos hasta donde el sueño y la vida cotidiana dejan de oponerse. Es una poeta de espíritu noble, generoso y de genuina creación, lanzada en mas de una aventura literaria, aprovechando las nuevas tecnologías como Radio Web -medio de difusión estratosférico- de “Internacional Poesía Contemporánea” además de crear y conformar equipos culturales en sus diversos talleres y ponencias literarias de la región del Bío- Bío y sobre todo co-fundadora del Centro de Investigaciones Culturales La Silla, y en igual medida su labor como gestora cultural es bien reconocida. Asimismo crea además y forma el programa de Literatura en Televisión “Porque Escribí”. Ingrid Odgers no destaca solo como poeta y gestora cultural sino también incursiona como ensayista, novelista y crítica literaria.
Sin duda su entusiasmo literario y su dinamismo la colocan en el centro de la vida artística e intelectual de la ciudad de Concepción. Ha sido testigo de un extraordinario número de encuentros y tertulias poéticas, vivencias que bien podrían formar un riquísimo anecdotario, envidiable cajón de recuerdos.
La poeta Ingrid Odgers es una de las personalidades que ejerce fascinación intelectual inmediata, tanto por su apariencia como por su compostura, es lo más distante que pueda pensarse de una persona impositiva, del que pretende imponer un criterio o decisión por encima de los demás. Tiene además, una necesidad muy grande de escuchar, rasgo raro entre intelectuales. Eso la hace más cercana y asequible. Ha puesto su vida y su pluma al servicio de la poesía, con una virtud viva, dinámica y creadora.
Organizadora y crítica a la vez. Hacedora de revistas y libreros de poesía. Notable poeta que muchos jóvenes aprecian en sus talleres literarios.
El único mensaje que los artistas pueden dar a los otros hombres; viejos y jóvenes, es su obra, y como dijera el gran poeta y literato mexicano Germán List Arzubide, representante del “estridentismo”, : “Y si esta me habla o anima a lograr un mensaje artístico, con el deseo de que algún día otro hombre, cuando yo no sea más que polvo del polvo, se conmueva ante alguna de mis creaciones, y sienta el impulso de seguir en los que está creando y que ha realizado ya” .
Seguramente en el futuro no muy lejano a Ingrid alguien dedicara a su obra la atención que merece.
Por Alex Palacios Jara, periodista colegiado y Documentalista Audiovisual
Registro Periodista Número: 4.359
Creaciones: video documental “Golpe del Recuerdo” sobre conflicto social y armado que padece el pueblo colombiano, documental seleccionado por el colegio de periodista y el Congreso Nacional en primer concurso de periodismo de investigación “Periodismo y Ciudadanía”(2006) en el 50 aniversario del Colegio de Periodistas de Chile.
Actualmente en proyecto Documental “1984” sobre movimiento estudiantil de los 80”.
NOTAS:
1.- Ponencia de Pablo Jauralde Pou, Un viaje literario de ensueño.
2.- Rafael Alberti, Tres recuerdos del cielo. Homenaje a Gustavo Adolfo Bécquer, en
Sobre los ángeles (1927-1928), Madrid/Buenos Aires, Alianza/Losada, 1982, p. 85.
3.- El Modernismo, dice Octavio Paz, es "nuestro verdadero romanticismo": cfr.
Cuadrivio, México, Joaquín Mortiz, 1965, p. 28, y luego, p. 48 y sig.
4.- Poesía onírica y sueños contados en la obra de Álvaro Mutis. Martha Canfield - Università Ca Foscari di Venezia.
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