En la lluvia se desgaja mi tristeza blanca
con una melancolía de nubes viajeras y soñolientas
que traen viejos cantos de bocas olvidadas
arrancando suspiros que flotan y flotan sobre mí
Llueve, tan sólo llueve.
Llueve fuera y dentro, arriba y abajo
como siempre, como cada invierno vacío de besos
con la nostalgia que golpea las ventanas cerradas
para morder los silencios y las noches y los fríos lechos
Llueve, tan sólo llueve
Llueve desde que tú me deshabitaste, desde tu adiós
desde que dejaras secos mis ojos y apagaras mi luna
Llueve con la lluvia de tantos y tantos calendarios
mojando las hebras que hilaron nuestra historia
Llueve, tan sólo llueve
Llueve con las mismas aguas que bebieras de mi fuente
con la claridad mustia, con ecos desesperados que vienen
rompiendo mañanas vacías sin traer en sus lágrimas olvido
Llueve con los ritmos lentos de amores naufragados
Llueve fuera y dentro
Tan sólo llueve.
Alicia Pereda Saavedra
Poetisa
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