Los restos de muros de adobe que podrían corresponder a un fuerte histórico en la comuna de Negrete acaban de entrar a la categoría de monumento arqueológico, según un informe emanado por parte del Consejo de Monumentos Nacionales.
Un documento fechado el 4 de agosto de 2009, rotulado como Ordinario Nº 3293 del Consejo de Monumentos Nacionales, informa de la “categoría de monumento arqueológico de restos de muros enterrados al lado del cerro Marimán de Negrete, VIII región”.
El escrito, dirigido al alcalde de Negrete Edwin Von Jentschyk y con copia al gobernador provincial Esteban Krause, entre otros, señala que “estas estructuras, al estar más de un siglo fuera de contexto de uso, y al día de hoy completamente sepultada, corresponde a un sitio arqueológico protegido por la Ley Nº 17.288 de Monumentos Nacionales, estando prohibida su alteración sin autorización previa del Consejo de Monumentos Nacionales”.
El documento, firmado por Oscar Acuña Poblete –secretario ejecutivo del organismo-, añade que “dado el interés de estos restos patrimoniales para la historia de Negrete, sugerimos estudiar la posibilidad de efectuar un proyecto de investigación que permita dilucidar la real temporalidad de estos vestigios, pudiendo aportar además a su conservación, puesta en valor y difusión a la comunidad local y regional”.
Siete Años
Pese a lo importante de la determinación, debieron pasar siete años desde el hallazgo de los vestigios para que el Consejo de Monumentos Nacionales, dependiente del Ministerio de Educación, dictaminara la medida.
Tal como informó La Tribuna el 6 de septiembre de 2002, fue el escultor y artesano mapuche de Negrete Osvaldo Lipin, quien encontró los restos de muros. “Esto es parte del patrimonio de Negrete. Las autoridades tienen que hacer algo por esto, descubrirlo para que sirva al turismo”, señaló Lipin en varias ocasiones.
No obstante, su yerno Victoriano Sáez Hidalgo siguió la huella al descubrimiento insistiendo para que no pasara inadvertido.
Sáez recordó que en diciembre del año 2002 el Consejo de Monumentos Nacionales se reunió y acordó que vendría a Negrete un arqueólogo, para estudiar los restos de muros. Pero aquello nunca ocurrió y el importante hallazgo quedó en el olvido.
“El 2003 hice un reclamo por teléfono que no dio resultado. Pasó el tiempo y en diciembre del año pasado, basándose en el compromiso asumido el 2002, reclamé directamente a través de una carta dirigida a la Presidencia de la República”, recordó Sáez. Desde allí se instruyó al Consejo de Monumentos Nacionales para que de una vez por todas asumiera el compromiso de visitar Negrete. La visita se concretó a comienzos de este año.
La tardanza, según Sáez, dio pie para que durante todos estos años el lugar permaneciera abandonado, e incluso el terreno fuera utilizado para un rally en el verano recién pasado.
El Informe
El 8 de enero de 2009, la arqueóloga y funcionaria de la Comisión de Patrimonio Arqueológico del Consejo de Monumentos Nacionales, Claudia Prado Berlien, llegó a Negrete para visitar el sitio en cuestión.
De acuerdo al posterior informe de la arqueóloga –fechado en julio-, el objetivo fue “evaluar la denuncia de Victorino Sáez de hallazgo de restos de un muro de adobe enterrado, de antigua data, realizado en los faldeos del cerro Marimán (Antiguo Negrete), que puede corresponder a restos del antiguo fuerte”. Entre las observaciones se menciona que “en la explanada ubicada al sur del Cerro de Marimán, se conservaban aún enterrados vestigios de un muro de adobe”; “revisado este muro, se pudo constatar que está elaborado de adobes de arcilla compacta, con pocas inclusiones. Las dimensiones son de 52 cm. de largo, por 24 de ancho y entre 8 a 10 de alto, contrastando con las medidas de adobes de la zona central de Chile, que en general para el siglo XIX y XX eran de 60 cm. de largo, por 30 de ancho y unos 10 de alto. Esto no es de extrañar, pensando que durante el siglo XVI y XVII uno de los problemas de las autoridades fue establecer medidas estándares en los materiales de construcción, con la finalidad de facilitar la reparación de las construcciones con elementos de la misma medida, como queda establecido en las Actas del Cabildo de Santiago para este período.
En sus conclusiones el informe indica que “la extensión del muro detectado, su alto y su ancho, así como el estar completamente enterrado, nos hablan de una construcción de grandes dimensiones, elaborada con tecnología hispana o europea y de larga data. Por la historia de la fundación de Negrete en el siglo XIX, y la falta de antecedentes de una estructura o construcción de estas dimensiones en este lugar, llevar a plantear que efectivamente estos restos pueden pertenecer al antiguo fuerte de Negrete del siglo XVII”.
Fuente Diario La Tribuna 21 de agosto de 2009
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