sábado, 3 de abril de 2010

¡¡¡Esta Casa Ya No Se Vende Señores!!!

La noche del terremoto mi casa se movía como una coctelera, por esa razón en cuanto amaneció mi marido la reviso parte por parte en busca de grietas o trizaduras, felizmente no encontró nada, días después un amigo me aseguro que _”gracias a Dios...el no permitió que le pasara algo a tu casa… fue una bendición”
Ayyyy, digo yo ayy… pero que ingenuidad tan grande en estos tiempos, si Dios no estaba aquí esa noche porque sino abría sujetado también los edificios que se cayeron.

El seguramente se cruzó de brazos con cara de “yo no fui”, porque es la verdad esto tiene que ver con los constructores arquitectos y todos los que participan, es algo elemental yo no se mas que ellos, no es mi profesión pero se que no es nada complicado

Mi mama enseñaba a los niños a tener cuidado del fuego les tomaba una manito y la acercaba hasta que este sentía el calor con ojos grandes les decía _ ¡vee.... quema!. Y después de eso no nos acercábamos al fuego, así de simple.

Ya llevamos varios terremotos en Concepción, y no es justo decir en esta ciudad no se pueden construir edificios altos, ya que no todos cayeron, unos estaban mejor construidos que otro y punto, las constructoras de mala clase no le tuvieron miedo al fuego del que estaban por muchos años advertidos

Quienes construyen saben que estamos en una zona altamente peligrosa, por lo que deben hacer las cosas simplemente bien, como la gente que construyó mi población aquí en Hualpen en el año 1972, razón por la cual yo no estaba enterada al otro día de la tremenda tragedia que había a pocos kilómetros, las casas aqui estaban intactas.

Muchos fueron en masa a Yumbel el 20 de marzo a darle las gracias por la protección a San Sebastián que estoy segurísima que tampoco tubo velas en este entierro. Por mi parte veré forma de contribuir generosamente al monumento del presidente Allende que mando a hacer las cosas como corresponde y gracias a el no estoy viviendo en carpa y esperando una mediagua.