Radio La Voz de Ránquil.
Francisco Escobar Muñoz, Subcomisario de la Brigada de Homicidios del
cuartel de investigaciones de la Ciudad de Chillan, entregó un completo
panorama de las causas definiendo lo que llamamos suicidio, en este
contexto indicó que es un acto mediante el cual una persona se quita a
sí misma la vida voluntariamente.
Cuando
la agresión no llega a tener consecuencias mortales —es decir, el
suicida fracasa en su intento y no muere— se habla de tentativa de
suicidio. Algunos también utilizan el término suicidio frustrado para
aquellos casos en que, con toda seguridad, se hubiese producido la
muerte de no haber intervenido circunstancias totalmente imprevistas e
insospechables para aquel que intentaba suicidarse, como es, por
ejemplo, que, estando ya inconsciente, reciba la visita inesperada de un
amigo que lo traslada urgentemente a un centro hospitalario.
Hay
muchos tipos de suicidios. La gran mayoría se llevan a cabo de forma
individual, pero, a veces, es una pareja la que se suicida (suicidios
por amor), también puede ocurrir que alguien, antes de quitarse la vida,
mate a sus seres más queridos (suicidio ampliado), tal como ha sucedido
en el seno de algunas familias. En otras ocasiones, los suicidios se
realizan en grupo, en este caso hablamos de suicidios colectivos, u
otras conductas suicidas, es decir, aquellos comportamientos que,
indirectamente, conducen a la muerte, como es el caso de quienes adoptan
una forma de vida intencionadamente repleta de riesgo, consumen drogas,
o se niegan a comer o a tratarse una enfermedad grave.
Más
de mil personas mueren cada día por suicidio en todo el mundo. En
muchas grandes ciudades se produce al menos un suicidio diario. ¿Cuál es
el motivo que hace que sean tantos los que deciden quitarse la vida? En
realidad, no se puede hablar de un motivo, sino de un conjunto de
motivos.
En
un principio, se consideró la posibilidad de que las tendencias
suicidas tuviesen relación con la herencia genética, ya que los casos de
suicidios eran más frecuentes en unas familias que en otras; sin
embargo, no se comprobó la existencia de factores hereditarios, los
motivos radicaban en un aprendizaje familiar del suicidio como posible
solución a una situación conflictiva determinada (camino aprendido), y
en la transmisión hereditaria, no de la tendencia suicida, sino de
enfermedades que pueden conducir al suicidio, como la depresión.
La
depresión, como en general cualquier tipo de trastorno psíquico
—incluídos el alcoholismo y las toxicomanías— es, de hecho, el motivo
último de la mayoría de los suicidios. Existen también otros muchos
factores que favorecen el suicidio, como la soledad, los conflictos
amorosos y familiares, el padecimiento de enfermedades dolorosas,
crónicas o terminales, el desempleo, problemas de tipo económico o
judicial y, en general, cualquier situación marcada de una intensa
desesperanza.
No
todos los suicidios obedecen a un auténtico deseo de quitarse la vida.
Muchas tentativas de suicidio no responden sino a un último y
desesperado deseo de expresar y comunicar un drama interior y solicitar
ayuda a los demás. Si no se logra este objetivo, en un futuro intento sí
puede desearse realmente la muerte.
No
es prudente minimizar estas auto agresiones leves diciendo: «sólo
quería llamar la atención», «es para manipular la situación», etc. En la
actualidad, se viene observando un incremento de los casos de suicidio,
una auténtica escala suicida, similar al caso de las drogas. Las
tentativas de suicidio se repiten, revistiendo cada vez mayor gravedad,
hasta que se produce la muerte. Hay que desterrar por completo la idea
de que «el que avisa no se suicida», ya que la realidad es que cuando
alguien nos alerta acerca de que existe esa posibilidad lo más frecuente
es que llegue a consumar el intento, sobre todo si no se toman las
medidas terapéuticas oportunas.
La
posibilidad de suicidarse no depende del valor de la persona. Los actos
suicidas están más en relación con el estado de ánimo, y se suelen
llevar a cabo de tres modos fundamentales: reflexivamente (todo ha sido
minuciosamente premeditado); impulsivamente (con escasa participación
del componente racional, en un acto casi reflejo), y por último, en un
estado de confusión o de bajo nivel de conciencia, en que la persona no
sabe muy bien lo que hace. El proceso se divide en tres fases; en la
primera se considera la posibilidad de suicidarse; luego, se pasa a una
fase de ambivalencia, durante la cual influyen notablemente todo tipo de
acontecimientos externos, y, finalmente, se toma la decisión; esta
última fase se acompaña de una cierta sensación de tranquilidad y
bienestar: a fin de cuentas ya se ha encontrado un modo para salir de
una situación. También la angustia es una causal clásica de los
suicidios de tipo reflexivo se ven notablemente reducidas en las de tipo
impulsivo.
Frente
a la pregunta ¿Quiénes son los que más se suicidan? Como es natural,
aquellas personas pertenecientes a los grupos de población más afectados
por todas las causas enunciadas como favorecedoras del suicidio, pero
dentro de éstos, los varones y las personas de edad avanzada son los que
aparecen con más frecuencia en las listas de fallecidos por suicidio.
Los jóvenes y las mujeres, por el contrario, realizan más tentativas de
suicidio, pero estadísticamente mueren menos a causa de las mismas. En
los suicidios el método más utilizado suele ser el ahorcamiento,
arrojarse desde ventanas o puentes y dispararse con un arma de fuego.
Entre las tentativas de suicidio, las técnicas más usuales son la
intoxicación con medicamentos y, en menor medida, cortarse las arterias.
La
asistencia médica especializada es imprescindible tras una tentativa de
suicidio; en muchas ocasiones se hace necesario un internamiento
psiquiátrico, aunque sólo sea durante un par de días. Los diversos
tratamientos se basan en la aplicación de fármacos para solucionar un
frecuente trastorno psiquiátrico de fondo, en la psicoterapia individual
dirigida a estimular los deseos de vivir, la proyección de futuro, la
integración familiar y social, para lo que se pueden utilizar técnicas
de terapia de familia, psicoterapia de grupo y asistencia social.
Concluyó el Oficial en un tiempo de una hora en los estudios de la Radio
en Ranquil.
Sergio Rivas S.
Ñipas
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