Una mujer me grita con su indiferencia
Con su reproche
Cuando me muerde
Y a veces con una mirada
Me grita cuando no estoy
En un cuento iluso de poseerme
Mientras caminaba en la lluvia angelina... en Concepción, en Coronel y hace años en Santiago.
Me gritaron en la adolescencia con los temores en una mano...
Y en la otra mi nombre
Cuando suspiro, no por pasión... sino por el cigarro que pensando en ella me fumé.
Una mujer me grita cuando las saco de quicio mientras sigo camino.
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