Por cierto
camino y encuentro la sombra de un manzano
tendido sobre el pasto me dedico a imaginar un viaje a otros planetas
pero sólo llego hasta el almacén de Don Raúl
donde se puede comprar hilo y agujas lápices y sandías
Cuando llueve cierra un poco más temprano
se lava las manos prepara el mate
limpia los restos de pan encima de la mesa
luego se sienta a observar los fantasmas en su labor de fantasmas
desordenan las sillas esconden las llaves
a todo lo cual él responde con una sonrisa tranquila
Quizás han pasado los tiempos los relojes o los caballos del último arriero
pero él atiende su negocio de lunes a sábado así desde cuarenta años
honesto cotidiano su rostro es siempre el mismo
sólo que unas cuantas arrugas le hablan de la muerte
asunto que escucha mientras suma o resta números en un papel amarillo
Tendido sobre el pasto rojo del crepúsculo
lanzo preguntas al planeta Júpiter
sin embargo comienzo a chasquear mis dedos
tal y como me enseñara el viejo una tarde
de mil novecientos setenta y cinco.
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