Océano Y Viento Y Ala
Tal como se abren los ojos a la noche
y así como el agua fluye con su carga
de féretros verdes y trozos de cielo blanco
que se enredan en los juncos como velos
inmaculados mecidos por la brisa
se abre mi palabra y mi oído y mis manos
dejando correr en cascada el pensamiento
para buscar junto al río una desembocadura
y seguir siendo océano y viento y ala
Como ave migratoria me vuelvo siguiendo
el curso de las estrellas al comienzo
de este peregrinaje por antiguas historias
guardadas por oscuros escribanos de ojos
amarillentos y silencios eternos como sus días
enmohecidos por el beso de los años
en vetusta catedrales ahora nido de arañas
sabias que han alimentado hambrientas huestes
en aquellos legajos que a ellos se confiaron
y descubro que el tiempo se detiene
y escucho voces acalladas por la envidia
y hogueras crepitando
y cadernas y lanzas y coronas rodando sin cabezas
y sin más sostén que estas mis alas
tal Ícaro queriendo alcanzar el sol
del conociemiento fulminado por sus rayos
me hundo en el océano de la ignorancia.
Mis manos se abren codiciosas para recibir el calor
de todas las manos alzadas en una ola viva
vibrante y mágica en todos sus colores
y es su calor un ruego en las mías
que se eleva y clama y se aferra a mis dedos
como tenaza ardiente
y me llevan por el tiempo
y toco la aspereza de las rocas
y me muerde el frío acero de los grilletes
y siento el machete desgarrando carne
y la furia en los puños que se cierran
y la sangre escurriendo y los tendones cortados
y mis manos aprietan su dolor en vano intento
por sanar aquellos muñones lacerados...
La palabra nace entonces del pensamiento
se plasma en negros caracteres sobre un lienzo
que recoge lo que la boca no dice o calla
mas no se puede retener el agua entre las manos
y el torrente de las ideas fluye sin descanso
y se estrella contra muros de hormigón y los derriba
y salta fronteras sin detenerse
ante las balas de la metralla o el fusil
y se acomoda junto al fogón de los esclavos
colándose por sus bocas hambrientas
y se anida en los ojos ciegos
de los fantasmas vivientes.
Es el pensamiento un caudal que todo lo inunda
y mi palabra mi único armamento
instrumento de labranza
pala o picota en las profundidad de la mina
martillo para elavorar moradas indestructibles
y pulverizar cadenas
madero fragante acunando nuevos sueños
dúctil metal en las manos artesanas
nota clara en los arpegios de la música
agua fresca humedeciendo los resecos labios
de fuentes silenciadas
y mi voz explota en sus lenguas
y mi palabra se hace eco de otros verbos
que nacieron libres como aquél
porque nada hay que lo detenga
ni lo encierre, ni lo quiebre, ni lo doblegue...
Y al final de esta historia sigue vivo
en cada piedra labrada por el viento
en hebras de luz tejidas en noches de amor y esperanza
en las cuencas vacías que vigilan los cementerios
en los huesos desterrados de sus tumbas
en la argamasa de las pirámides
en los altares donde arden eternamente
plegarias empapadas de hambre
en el silencio de las catedrales ajenas y distantes y
en las lágrimas cerosas de todas sus velas
en el caudal de los ríos blancos
en la energía vitall del oleaje
en los gritos libertarios que abrieron las càrceles
y dejaron volar bandadas de palomas blanquinegras
Él es la célula madre, materia pirma del genio humano
verbo preciso en los labios del poeta
pulso que marca con tinta indeleble el paso
del hombre de ayer y de mañana
No se detiene, no se cansa, no se duerme
y corre y vuela y crece
y da vida y ... también mata
y se vuelve océano y viento y ala
Por Alicia Pereda
Poetisa de Nuestro Bio Bío
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