martes, 15 de enero de 2013

La Continuidad Del Proceso Venezolano: Una Revolución Hacia El Humanismo

Y mientras la oposición venezolana manifiesta su descontento con lo que denomina una clara injerencia de Cuba en su soberanía nacional, debido a que consideran que La Habana se ha convertido en el centro político de Venezuela, son muchos los que miran con suspicacia el futuro de la revolución bolivariana, precisamente a raíz de la poco clara situación de salud del Presidente Hugo Chávez. Sin lugar a dudas que el proceso venezolano es observado atentamente por gran parte del mundo occidental, y más en estos días en que el inicio de un nuevo período presidencial de Chávez se ha visto, al menos en lo formal, sobresaltado por el cáncer que afecta al mandatario reelecto, enfermedad que bien podría acabar con su vida y truncar la evolución político revolucionaria de la república bolivariana.

Pero hay quienes se arriesgan a ver más allá de la incertidumbre, y restándole carga de odisea al asunto proyectan un panorama en donde el tránsito, no sólo de Venezuela, sino que de América Latina apunta hacia un escenario Humanista. Tal como ocurre en el análisis que de la situación venezolana hace el secretario de relaciones institucionales de la Federación Internacional de Partidos Humanistas (PHI), Patricio Andreu.

“Yo no dramatizaría tanto, porque es curioso cuando esto sucede en un país como Venezuela que desde nuestra mirada es un país progresista, con un gobierno que ha beneficiado a la mayoría de los venezolanos, partiendo por los más desposeídos, y declarado abiertamente en oposición a Estados Unidos… Yo creo que eso es lo que llama la atención sobre Venezuela y sobre la presencia o ausencia de Chávez. Si esto hubiera ocurrido en Estados Unidos, nadie habría levantado la voz”.

No sabemos exactamente el proceso que va a seguir la enfermedad, entonces probablemente la ley venezolana cautelará el que el Presidente haga ejercicio del poder… Entiendo que si se prologa la ausencia de Chávez quien asumiría el poder, por un período de seis u ocho meses, sería el presidente de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, después de lo cual llamaría nuevamente a elecciones presidenciales.

¿Ante ese hecho fortuito cómo ves las perspectivas que puedan trazarse los miembros de la oposición venezolana, esos que lidera en estos días Henrique Capriles?

La oposición venezolana antes de Capriles era muy débil y muy dispersa, y la virtud que tuvo él fue precisamente aglutinar a los opositores a Chávez. No se si logrará hacerlo otra vez ante eventuales nuevas presidenciales en Venezuela. Pero por otro lado está Nicolás Maduro (actual vice presidente), que es un hombre que participa en el gobierno de Chávez hace tiempo, y los dos tienen mucho arrastre y arraigo popular, Chavez y Maduro. Por eso mismo pienso que ganarle a Maduro no será fácil para la oposición.

“Nicolás Maduro es un tipo muy interesante, aparte de ser alguien con experiencia en el gobierno, fue canciller venezolano durante años. Y la señora de él, Cilia Flores, fue vicepresidenta del PSUV (Partido Socialista Unido de Venezuela), diputada de la Asamblea Nacional y actualmente es Procuradora General de la República. Entonces, para nosotros los Humanistas, ellos conforman un matrimonio muy atractivo porque provienen de una corriente de pensamiento similar a la nuestra, que tiene muchos vínculos con otras corrientes de pensamiento que aspiran a la liberación del ser humano. Desde ese punto de vista podemos decir que entre ellos y nosotros los Humanistas se produce un vínculo muy estrecho. Pienso que Maduro va a ser un hueso duro de roer, y además me parece que es el hombre adecuado para darle continuidad a todo el proceso bolivariano”.

¿Y sería el adecuado continuador del proceso iniciado por Chávez?

A nuestro juicio ese proceso ha tenido algunas características que son preocupantes, pues en general siempre nos han preocupado los gobiernos donde existe un liderazgo y un referente tan fuerte como el de Chávez, porque ese tipo de caudillismos presentan siempre la problemática del cómo se sigue. Y Maduro, por las características de la fuente ideológica y espiritual que profesa me parece que daría el paso que tiene que seguir por lógica el proceso bolivariano, tendiendo más hacia el Humanismo, hacia una construcción más humanizante.

“Nosotros los Humanistas, a diferencia de las corrientes marxistas, no creemos en la lucha de clases, creemos en la lucha contra un sistema que es inhumano y que es feroz, pero que no es una lucha entre las clases. Por eso nosotros planteamos una revolución que es para todos, no sólo para los más pobres, o para los más ricos, o para los más clase media. No, es para todos por igual, partiendo por equiparar a los más desposeídos, poniéndolos en igualdad de condiciones con el resto”.

“Entonces, me parece que un gobierno de Maduro podría apuntar hacia allá, incluyendo en el proceso revolucionario a aquellos que hasta ahora han estado excluidos, como las clases medias altas y las clases más privilegiadas. La revolución que planteamos los Humanistas es, a diferencia de las otras, una revolución no violenta, es una revolución que parte desde la cabeza. Revolucionamos la cabeza y nuestra forma de estar en el mundo, nuestras creencias cambian, nuestra forma de relacionarnos con el mundo, con el poder y con los otros cambia. Así las cosas, me parece que Nicolás Maduro gracias a sus germen ideológico y espiritual también tendría que apuntar hacia ese proceso, y desde ese punto de vista nos parece muy interesante”.

Vistas así las cosas, ¿podría abrirse un proceso revolucionario Humanista en América Latina?

De todas formas. Creo que están claramente dadas las condiciones. Es curioso, pero si se lee las reflexiones de los últimos años de Fidel Castro queda claro que estas apuntan en una dirección cada vez más Humanista. Fidel ha estado tocando temas que tocábamos nosotros desde hace años, como el de la desmilitarización, como lo peligroso del armamentismo nuclear y, sin más, dando muestras de una evolución hacia un proceso Humanista. Lo que ocurre es que, desde mi punto de vista (y del de mucha gente) el Humanismo es la etapa superior no sólo del marxismo, sino que de todas las ideologías.

“Creemos que en este momento, dado además que en el mundo existen condiciones caóticas en el tema económico, está todo dado para que se produzca un cambio en la dirección que siempre hemos querido. Hasta ahora las grandes movilizaciones que ha habido en el planeta tienen más bien un carácter de protesta por la pérdida de bienestar económico, pero también hay indicadores que anuncian que hay temas que comienzan a preocupar a la ciudadanía, a las ciudadanías. Temas, por ejemplo, como la no violencia que es algo que nosotros hemos venido conversando desde hace mucho. No digo que seamos dueños de ese tema, pues se arrastra desde mucho antes, pero si digo que los Humanistas lo hemos puesto en el tapete. Lo hemos recogido de la historia y hemos tratado de sugerir direcciones respecto de él. Nos alegramos mucho que hoy todo el mundo hable de la No Violencia, y me da la impresión que hay gobiernos en el continente que de alguna manera están caminando hacia un proceso más Humanista. Por ejemplo, el de Cristina Kirchner, el de Dilma Rousseff, claramente el de Chávez (que probablemente se prolongará en esa línea con Maduro), el de Evo Morales, el de Correa, el de Mujica. Entonces podríamos decir que se está abriendo posibilidades como para que en América Latina parta un proceso más direccionado hacia el Humanismo”.-