viernes, 22 de mayo de 2009

21 de Mayo de 1879. La Batalla Naval Para No olvidar

Miércoles, 21 de Mayo de 1879.

La noche anterior la oficialidad de la corbeta Esmeralda habían pasado por una grata cena de camadería sin imaginar que al día siguiente saltarían a la inmortalidad, trás ser los protagonistas de uno de los más grandes y heroicos acontecimientos de nuestra historia. La Epopeya de Iquique y Punta Gruesa.

Hacia el Pacífico hacía guardia la Goleta Covadonga, comandada por el brillante Carlos Condell.

Hacia el puerto de Iquique velaba la vieja Corbeta Esmeralda, conocida entre los marineros como "la Mancarrona". Al mando de aquel viejo barco de la armada chilena se hallaba el capitán de fragata Arturo Prat Chacón.

06:30 de la Mañana y el vigía de la Covadonga detecta dos humos al norte de inmediato las tripulaciones de ambas naves se ponen en alerta, el bloqueo de Iquique peligraba.

Tiempo más tarde, Condell y Prat dialogaban vía bocina sobre las acciones a seguir. La decisión fue una una: Habría combate hasta el final, y cada chileno tendría que saber cumplir con su deber.

Con la llegada de los navíos peruanos, Huáscar e Independencia, comenzaba uno de los hechos más gloriosos en la historia de nuestra Patria. Al poco tiempo Condell por iniciativa y audacia propia parte hacia el sur con el objetivo de conseguir que la fragata Independencia le siga, aguardando la posibilidad de hacerla encallar en los bajos de Punta Gruesa, más tarde nos alegraríamos de saber que "ahí se fregaron".

Mientras tanto en Iquique la contienda era desigual, pero no por ello se habría de rendir nuestro pabellón así lo dejo claro el capitán Prat en una inmortal arenga que al día de hoy resuena en el mar de Chile.

Trás un inicio relativamente favorable para nuestros compatriotas, pues por temor a supuestos torpedos, el Huáscar no incrementaba su avance ni disparaba con todo su poder por temor a dañar el poblado de Iquique, llegaría una segunda fase en que los disparos de un fuego hecho desde tierra por los peruanos, obligarían a intentar mover la nave. Empezaba el gran final.

Con el fin de querer terminar cuanto antes el combate, el blindado peruano impactó con su espolón el viejo navío chileno y en medio de la confusión hecha por los gritos de dolor, el retumbar del bronce y toques de corneta que no cesaron hasta el final, el capitán Prat saltó al abordaje, trás de él el sargento de la guarnición militar Juan de Dios Aldea y siguiéndoles el marinero Ansernio Canave.

El resto de la tripulación solo pudo contemplar el martirio de su comandante una vez que ambas naves estuvieron nuevamente separadas, el Huáscar daba tiempo para la rendición, ¡MÁS, NO!. En un improvisado consejo de oficiales con el teniente Luis Uribe Orrego asumiendo el mando se elegía seguir combatiendo hasta el hundimiento de la nave y rápidamente preparar una segunda partida de abordaje para vengar a los camaradas caídos y buscar la única oportunidad de triunfo que podría existir. Para ese entonces sobre el palo de mesana no solo flameaba una bandera, sino dos, porque así lo había ordenado el Capitán Prat antes de iniciar la lucha, trás la partida del comandante, Uribe ordenaba poner una bandera negra en señal de combate hasta la muerte.

Y así fue, el Huáscar espoloneó una vez más a nuestra querida Corbeta y entonces hubo un segundo intento de abordaje comandado por el Teniente Serrano y 12 hombres, que de a poco fueron cayeron en cubierta enemiga, los hombres de a deceneas ya caían al mar y sin embargo aún habían chilenos combatiendo. Tras la caída al agua del comandante Uribe, asumía el mando el Teniente Sanchéz Alvaradejo que ordebaba a la veintena o treintena de tripulantes que quedaban seguir tocando al ataque y haciendo fuego con lo que quedara, finalmente y a flor de agua, el guardiamarina Ernesto Riquelme hacía fuego por última vez, como despidiéndose desde la lejanía, enviando a la Patria la clara señal de :-Patria querida, Aquí estamos, aquí cumplimos...-

Eran las 12:10 del 21 de Mayo de 1879.
En las Aguas... Sangre y Gloria
En los Cielos, nuestros marineros habían elevado hasta las alturas el Tricolor de la República.

¿Cómo hubiera sido Chile con una actuación distinta de nuestros hombres el 21 de Mayo?

El heroísmo de Prat y sus hombres que siempre debe ser visto junto a la audacia de Condell y los suyos, marcó en aquel día una fecha importante de Antes y Después.

Desde el 22 de Mayo a los días siguientes, Chile entero lloraría a sus muertos una vez enterados del hecho, pero de inmediato y casi sin excepción en el territorio nacional, cada joven o viejo amante de su Patria inspirado en la hidalguía de nuestros marinos, no quisó quedarse atrás y se enlistó para la guerra.

Porque el 21 de Mayo de 1879 se dió el primer gran paso para ganar aquel conflicto.

El 21 de Mayo, hombres sin deseos personales ni grandes aspiraciones, se vieron enfrentados a la adversidad y ante los ojos de su pueblo, fueron capaces de superarla y con creces para la posteridad.

Cada uno de esos hombres tenía padres, mujer, hermanos, amigos y/o más seres queridos, sin embargo, llegado el momento entendieron que hay ocasiones en que la vida es segunda frente a la responsabilidad con tu país.

Bien analizados, cada uno podía ser diferente en personalidad y pensamiento, pero todos actuaron con igualdad de valor y coraje. Como resultado, grabaron a fuego la lección del heroísmo para toda una nación que por ellos fue y que por nosotros debemos encargarnos, siga siendo.

Y si bien no faltan los cobardes y miserables que pese a haber nacido de nuestra misma Patria, estarán dispuestos a deshonrar, humillar y en lo posible quitar todo mérito al accionar del 21 de Mayo.

Pero los que creemos en nuestra Cultura y que la entendemos al punto de estar dispuestos a morir por ella de ser necesario deberemos permanecer firmes, consecuentes y sin jamás olvidar, a los que por Chile todo lo dieron.

¡Viva Arturo Prat!

¡Viva Carlos Condell!

¡Vivan los tripulantes de la Esmeralda y la Covadonga!

¡Vivan las inmortales dotaciones, que en aquel día supieron elevar hasta los cielos el tricolor de la República!

¡Vivan los héroes del 21 de Mayo!

¡Viva por siempre en la memoria del pueblo chileno, un ejemplo de heroísmo, patria y lealtad!


sin más,

¡Larga vida a la Patria y Viva Chile!

Sebastián Augusto Alfonso Flores Alvarado

PD: Tengámoslo presente y muy en cuenta cada vez que los países vecinos hagan sus inverosímiles declaraciones sobre nuestro Mar, que recordemos es, ha sido y de ser necesario volverá a ser;

"Cuna de Nuestra Gloria y Tumba de Nuestros héroes"