Viejo sillón del tiempo amurallado
por árboles con naranjas de oro,
robles con hojas de plata, higueras
con los higos de la iluminación.
Es la misma madera de la luz caída,
que ardía en la carne de Eva
mientras soñaba en la costilla de Adán.
El viento del paraíso inventa canciones
desnudando en los ojos de la amada
el alma incendiada del amado.
Geometría de diamantes falsos
dando de beber al pozo de la misma sed.
Hilos de seda roja tejen la carne viva
para el río inconcluso del amor,
que canta por las venas de las aves
donde cada nido es un cáliz de oro.
Los arquitectos de la luz del Sol
están construyendo el Árbol del Paraíso
para que tu coseches las uvas del Amor.
Del libro "Las Alas del Amor"
Autor: Aldo de la Reyna Pellitero
Editorial Platero, 110 p. Santiago, 2000.