No habrá que cicatrizar las perversidades de la vida
usted camina con todos los soles a cuestas
no bastará lo sabe regocijarse con su camisa nueva
lo miro cuando hace una mueca rostro adentro
Quiere que las vitrinas le nombren un sueño
pero la hevilla del cinturón alumbra demasiado
desperdiga las buenas cosas por hacer
usted pensaba que la flauta de los músicos
le matarían el negro piojo del alma
usted pensaba que tantas cosas pensaba
El acordeón nada le avisa
aunque la comezón en la oreja
aunque la costilla en la aorta
aunque la ligazón en el iris
le susurran si entra desnudo mañana
tome aquí tendrá cómo no y
cuando quiera usted
su música
Por Sergio Andrés Rodríguez Aranís
Poeta
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