A modo de prólogo de la Editorial Nascimiento. Santiago 1983, Segunda Edición.
Retablo de lo Fabuloso
Sabemos que los mitos pertenecen a una época en que la inteligencia del hombre primitivo no era apta para desentrañar la explicaciòn de los fenómenos que en torno suyo se desarrollaban.
El mito no es, pues, más que una explicación de la causa o del origen imaginado de tal o cual ser, cosa, fenómeno o hecho.
El hombre mitológico sintió que el mundo vivía. Pero no interpretó esa vida como nosotros.
Los fenómenos de la naturaleza que se presentaban, no eran el resultado de una ley natural, sino como actos de personajes divinos, o al menos sobrehumanos, de poderes buenos o malos.
Era el tiempo de la fantasía, de la expresión poética, de las impresiones producidas por los fenómenos de la naturaleza en la sensibilidad virgen de los hombres primitivos.
El mito entrega el conocimiento de la vida del hombre antiguo y la interpretación de su pensamiento y de sus acciones. Es una clave que permite reconstruir, trozo a trozo, el tiempo sin escritura. El dato mitológico pasa a aser el auxilio a muchas disciplinas humanísticas y científicas que explican el origen, el ambiente y el quehacer natural e intelectual del hombre.
Por estas razones merece igual respeto la relativa inexactitud de un texto mitológico que la exactitud relativa de un texto histórico.
La leyenda responde a los estímulos de la naturaleza circundante, tiene implicaciones de variadas índoles, logra variantes, matices diferentes conforme al medio. Puede tener una razón, una verdad y decir relación con la geografía, con un hecho histórico, con un acontecimiento repetido y exagerado intehra el acervo folklórico, conformando el leyendario.
En la leyenda se está a corta o mucha distancia de las fuentes, pero la imaginación popular teje la aventura y la desventura. La imaginación avasalla y colorea la realidad.
Sobre el libro Geografía del mito y la leyenda chilenos
En esta acuciosa investigación Oreste Plath recorre la geografía
chilena recogiendo mitos y leyendas de la memoria colectiva
en una verdadera incitación a imaginar y soñar con aquello
que nos conecta con lo más profundo de nuestras raíces:
En esta Geografía se han ordenado mitos pascuenses de
la isla chilena etnoarqueológica que proporcionan una
gravitación polinésica; mapuches que dan a conocer la
genealogía de sus deidades, con la explicación de los atributos
peculiares de cada uno de ellos; los chiloenses con
personificaciones constituidas con elementos que dicen
relación con salud, enfermedad, muerte y animales que
conforman un bestiario fantástico; y la cosmogonía de la
cultura patagónica con sus espíritus del mal y del bien,
con sus sueños y presagios, con sus genios poderosos
que maniobran a su arbitrio a los hombres y a los elementos naturales.
Libro Geografía del Mito y la Leyenda Chilenos de Oreste Plath
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