miércoles, 28 de diciembre de 2022

Biografía de Rubén Darío... Marcando El Paso de Una Nueva Poesía

Rubén Darío (1867-1916) fue un poeta y escritor nicaragüense, considerado uno de los principales representantes del modernismo en la literatura española y uno de los más importantes poetas de América Latina.


Nació en Metapa, Nicaragua, el 18 de enero de 1867. Su verdadero nombre era Félix Rubén García Sarmiento, pero más tarde adoptó el seudónimo de Rubén Darío. Fue el mayor de once hermanos y creció en una familia humilde y religiosa. A los 12 años de edad, se trasladó a León, donde estudió en el Colegio de San Carlos. Allí comenzó a escribir sus primeras poesías, que más tarde se publicarían en el periódico "La Patria".


En 1882, Darío se trasladó a Chile, donde estudió derecho y periodismo. Allí conoció al escritor chileno José Victorino Lastarria, quien lo introdujo en el mundo literario y le dio la oportunidad de publicar sus primeros libros de poesía: "Azul" (1888) y "Prosas profanas" (1896). Estos libros le valieron el reconocimiento como uno de los principales representantes del modernismo, un movimiento literario que buscaba renovar la forma y el contenido de la poesía española a través de la experimentación y el uso de nuevas estructuras y temas.


Darío viajó extensamente por Europa y América, trabajando como periodista y colaborando en diversos periódicos y revistas. También publicó numerosos libros de poesía, entre ellos "Canto a la Argentina" (1898), "Cantos de vida y esperanza" (1905) y "El cisne de Vilamorta" (1910). Sus poemas se caracterizan por su riqueza lírica y su uso de imágenes y metáforas.


Darío falleció en León, Nicaragua, el 6 de febrero de 1916, a causa de una neumonía. Su legado literario es enorme y sigue siendo muy admirado en América Latina y en el mundo. Su influencia se extiende a varias generaciones de poetas y escritores latinoamericanos y españoles, y ha sido considerado un precursor del movimiento modernista y del vanguardismo.


 El Otoño


El otoño es el poema

de la vida que se muere,

de la hoja que se desprende,

del pájaro que se aleja.


Es el poema de la tristeza,

de la noche que se acerca,

del sol que se esconde,

de la luna que se levanta.


Es el poema de la soledad,

del viento que sopla frío,

de la lluvia que cae fina,

del cielo gris y plomizo.


Pero también es el poema

de la esperanza y del renacer,

de la semilla que se enterra,

de la flor que volverá a crecer.


Así que no temas al otoño,

pues es solo una estación más,

que nos recuerda la belleza

de la vida y su transitoriedad.

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