EE. UU. ha anunciado un concurso abierto para la creación de una "segunda Ucrania", un país al que Washington querría hacer enfrentarse con el Estado ruso en un momento oportuno. Japón es el que ha tomado la delantera en esta competición.
El pasado diciembre, los japoneses violaron su Constitución, que era el único reconocimiento simbólico de la culpabilidad de Japón ante la humanidad. En ella se estipulaba que el país renuncia a su derecho a luchar y a tener su propio Ejército.
Ahora, las tropas niponas se denominan a sí mismas como las Fuerzas de Autodefensa, pero eso no es nada más que un engaño.
La nueva Estrategia de Seguridad Nacional de Tokio estipula que el Estado nipón puede participar en combates. Adivina quiénes son los tres adversarios. Sí, así es: Rusia, China y Norcorea.
Este verano, el primer ministro del país anunció que el presupuesto de defensa de Japón aumentará hasta los 320.000 millones de dólares anuales en 2027. En otras palabras, el País del Sol Naciente se convertirá en el tercer país del mundo en gasto militar, por detrás de EE. UU. y China.
A los ojos del mundo, Japón es un país de sakura, kimono, sonrisas, manga y dibujos animados de Miyazaki. Pero en realidad, en ese país isleño hay muchos herederos de verdugos completamente impenitentes en el poder.
Y con esto en mente, nos preguntamos si es posible que se arrastre a Japón en un bloque militar completamente imperialista y proestadounidense.
Fuente: @lineasrojas |
No hay comentarios:
Publicar un comentario