jueves, 5 de febrero de 2009

Tucapel - La Guerra a Muerte


Después de batalla de Maipú, gran parte de las tropas realistas se retiraron al sur, donde organizaron guerrillas que hostilizaban distintos puntos de la región, lo que movió a la organización de un ejército de patriotas que ocupó con alrededor de tres mil hombres el territorio entre Santiago y Parral. Estas fuerzas se pusieron al mando del General transandino Antonio González Balcarce, quien llegó a Chillán el mes de enero de 1819. Este Ejército tuvo una sola acción militar, un duelo de artillería con los realistas a través del Bio Bío. Balcarce se retiró al norte, dispersando sus tropas y nombrando a Alcázar Comandante General de las Fronteras, en febrero de 1819.

Después de la retirada de Balcarce, los realistas convergieron sobre Los Ángeles, defendido por el Batallón Coquimbo y artillería. Un primer ataque de "tres mil indios de lanza" fue rechazado con metralla. Repitieron el ataque llegando a golpear las puertas del fuerte con los cabos de sus lanzas. Alcázar llegó con su caballería desde Yumbel y los dispersó.

Como comandante de las fuerzas que guarnecían Los Ángeles, le correspondió al coronel Alcázar enfrentarse al sanguinario comandante de guerrillas Vicente Benavides. Este llegó con sus hordas a Los Ángeles el 19. IV. 1819. Benavides exigió la rendición, asegurando que ya había derrotado al General Ramón Freire en un supuesto combate. La contestación de Alcázar fue: "Ataque usted cuando quiera; tengo pólvora y balas para esperarlo con la mesa puesta". Benavides no se atrevió a pasar al asalto y se retiró.

A fines de ese año, tuvo el Coronel Alcázar un serio combate en El Avellano (9. XII. 1819). Allí se encontró con fuerzas montoneras muy superiores en número, que le obligó a retroceder con sus escasos milicianos y mocetones indígenas aliados. Empero, recibió oportunamente desde Los Ángeles el refuerzo del Batallón Cazadores de Coquimbo, con el cual contraatacó, obteniendo la victoria.

Entre los muertos realistas figuraba el jefe militar de los indios, el lenguaraz Pedro Sánchez y entre los heridos, el perverso Zapata y el cacique Mariluán. Los patriotas tuvieron lamentables bajas fatales, como la del cacique aliado Francisco Mariguala y los Tenientes Juan Pulgar y Francisco Poblete.

Luego de la expedición a Renaico, en enero de 1820, don Pedro Andrés Del Alcázar fue ascendido a Mariscal (12. IV 1820).